El ministro alemán de Exteriores, Frank Walter Steinmeier, ha pedido ayuda a su colega estadounidense, Hillary Clinton, en el proceso de venta de la empresa automovilística Opel, filial de General Motors, consorcio cuyos directivos han vuelto a retrasar una decisión al respecto.

Así lo revela el rotativo alemán Rheinische Post en su edición de mañana, en la que subraya que el titular de Exteriores alemán dejó claro a la secretaria de Estado estadounidense que Berlín aportará sus avales para la operación sólo si el comprador es Magna y no el inversor financiero belga RHJ International.

Steinmeier reiteró además ante Clinton que el grupo Magna, entre otras cosas fabricante de componentes para automóviles, ha presentado el mejor concepto para la conservación de la marca Opel y el mantenimiento de sus cuatro plantas en Alemania.

La llamada del jefe de la diplomacia alemana a su colega estadounidense se produjo pocas horas después de que la dirección de General Motors aplazara de nuevo indefinidamente la decisión sobre la venta de Opel a uno de los dos candidatos a la compra al considerar que no estaban lo suficientemente claros los aspectos financieros de la operación.

La falta de decisiones por parte de la dirección de GM ha causado una profunda decepción en el Gobierno alemán y en los de los cuatro estados federados con plantas de Opel, así como en el comité de empresa del fabricante.

La canciller alemana, Angela Merkel, expresó anoche, pese a todo, su esperanza de que se resuelva cuanto antes la incertidumbre acerca del futuro de Opel y sus 54.000 trabajadores en las distintas plantas europeas.

El ministro alemán de Economía, Karl Theodor zu Guttenberg, dijo ayer que existe "espacio para un acuerdo" sobre el futuro de la empresa automovilística Opel con su casa matriz General Motors (GM), aunque lamentó el retraso de la toma de una decisión por parte de esta última para la venta de su filial.

Mientras tanto, el comité de empresa de la firma automovilística Opel exigió una decisión rápida de General Motors, sobre su venta a uno de los candidatos interesados.

La casa matriz General Motors debe asumir su responsabilidad y consensuar una solución con el gobierno federal alemán, señaló el presidente del comité de empresa de Opel, Klaus Franz, en su central de Rüsselsheim.

"La indecisión de GM ha acabado con la paciencia de los trabajadores", dijo Franz al comentar la reunión sin resultados del consejo de administración de General Motors en EEUU celebrada este viernes.

El presidente del comité de empresa de Opel reiteró además su apuesta por el grupo Magna, candidato favorecido también por el Gobierno alemán, los estados federados con plantas de la firma automovilística y los distintos comités de empresa de las factorías.

"El hecho de que GM y Magna negocian un contrato que se encuentra ya listo para su firma significa que Opel va en la dirección correcta con Magna y el Sberbank", dijo Franz.

Magna aspira, junto a su socio ruso Sberbank, a asumir el 55 por ciento del capital de Opel.