Así, según el dato avanzado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa española de inflación armonizada -medida de la misma forma en todos los países de la zona euro- se mantuvo en abril en el -0,1%, lo que supone el segundo registro negativo interanual de la historia de este indicador que comenzó a elaborarse en 1997.

Además, de coincidir el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) con la inflación general (IPC), también supondría la segunda caída de precios, pero en este caso desde 1962, primer año del que se tienen datos homologables.

Hasta que se conozcan los datos definitivos, el próximo 13 de mayo, es de prever que la caída de la tasa de la inflación se deba al continuo abaratamiento del petróleo y a la caída del consumo.

Desde septiembre de 2007 el continuo encarecimiento de las materias primas y del crudo, que elevó el precio del barril de Brent hasta los 147 dólares en julio pasado, hicieron que las tasas de inflación se situaran en máximos históricos hasta alcanzar el 5,3% ese mes.

En agosto de 2008 el precio del barril de Brent, de referencia en Europa, comenzó a descender, pero en abril del pasado año su precio se situaba 110,43 dólares, casi el doble de los 51,41 dólares de este mes, de ahí el fuerte efecto que tiene sobre la tasa interanual.

Pese a la reciente evolución de la inflación, el Banco de España, el Gobierno y los expertos calculan que la caída de los precios se mantendrá hasta verano y que en los últimos meses del año se volverán a registrar tasas positivas.

Así, los expertos consultados por EFE prevén una mayor caída del IPC debido a la evolución de la demanda agregada, sobre todo del consumo, y al efecto estadístico del precio del petróleo respecto al año anterior.

El director de Estudios del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Gregorio Izquierdo, señaló que la tasa de inflación está "en línea" con la debilidad "extrema" de la demanda agregada, así como con el precio del Brent.

En su opinión habría que aprovechar esta situación para fijar precios y salarios de forma "prudente".

El economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, también relacionó la caída del IPC con la debilidad del consumo y la evolución del petróleo.

Desde Funcas, María Jesús Fernández prevé que en julio la caída de los precios podría superar el 1% para luego moderarse y volver a tasas positivas en noviembre, cálculos con los que coincidió la analista Estefanía Ponte, de Fortis.

Por último, desde AFI Carlos Maravall dijo que la tasa de inflación está en línea con el "brutal ajuste de la demanda nacional" y que los precios terminarán el año con un aumento cercano al 1%.

En este sentido, el Banco de España advirtió ayer de que los riesgos de deflación en España son "remotos", al igual que en el resto de los países de la zona euro.

La inflación interanual de la zona del euro también se mantuvo en abril, en esta caso en el 0,6%, respecto a marzo, según datos de Eurostat, la oficina estadística comunitaria, con lo que el diferencial de inflación con los socios del euro continuaría siendo de siete décimas favorable a España.

En el caso de IPC armonizado español, el mantenimiento de la tasa en abril se produce tras ocho meses consecutivos de descenso, y es 4,3 puntos inferior a la registrada en el mismo mes de 2008, cuando fue del 4,2%.

Tras conocer estos datos, el portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro, consideró que la caída de los precios impide que las empresas puedan trasladar los costes a sus productos y alertó del cierre de más empresas.