Cada día que pasa la negociación del convenio del metal de la provincia de Pontevedra se sigue complicando más. Los miembros de la mesa de negociación celebraron ayer la novena reunión sin que cerraran ningún tipo de acuerdo. Al final de la misma, los representantes de los tres sindicatos acordaron no hacer declaraciones, se limitaron a entregar un comunicado conjunto.

Según pudo saber FARO durante la mañana de hoy se celebrarán asambleas de trabajadores en los astilleros en las que se someterá a votación la aprobación de iniciar paros parciales en apoyo del convenio. Las mismas fuentes indican que los paros acompañados de movilizaciones podrían iniciarse mañana.

El portavoz empresarial, Javier Martínez, ya adelantó que los empresarios no seguirán negociando si se interrumpe la actividad laboral. “No podemos aceptar una situación de presión, con huelga nunca se negocia, al menor que nos convoque la autoridad laboral”.

En las últimas horas se celebraron dos reuniones secretas para tratar de allanar el camino de la negociación ante la postura sindical de mantener su encierro (se cumple hoy el séptimo día) en las dependencias administrativas de la Xunta en Vigo. Ayer por la mañana representantes de la patronal (Asime y Atra) se reunieron con los sindicatos, y pactaron que la negociación del convenio se llevaría a cabo en tres reuniones a celebrar ayer, mañana y el próximo martes, con el fin de abordar por separados los tres puntos del convenio que van a ser tratados este año la vigencia del convenio, la regulación de la jornada laboral y el incrementos salarial, por este orden en cada uno de los tres días.

En la reunión de ayer se abordó la vigencia del convenio, que los empresarios habían rebajado en la anterior reunión de tres a dos años, mientras que los representantes de los trabajadores reclaman que sólo sea por un año, ya que se trata de un acuerdo de transición debido a la crisis.

En el largo debate mantenido, los sindicatos dejaron abierta una puerta a aceptar una vigencia de dos años, pero condicionada al incremento salarial, que se tratará el próximo martes. Mañana se hablará de la jornada laboral.

La otra reunión de los sindicalistas se celebró con el jefe de la Inspección de Trabajo, José María Casas de Ron. Fue muy tensa y hubo posturas encontradas entre los tres sindicatos, aunque quieren seguir manteniendo la unidad de acción y el encierro en las dependencias de la Xunta.

Los sindicalistas proponen una huelga para la próxima semana

Hay quien asegura que hay grandes diferencias entre los tres sindicatos que están negociando el convenio del metal, la CIG, con mayoría pero no absoluta, CC OO y UGT. Y esas diferencias se pusieron de manifiesto en una reunión secreta que en la mañana de ayer mantuvo el jefe de la Inspección de Trabajo, José María Casas de Ron.

A la vista de estos desacuerdos los sindicalistas decidieron ayer no hacer manifestaciones a los medios de comunicación y pactaron la redacción de un comunicado conjunto.

Los tres sindicatos afirman que mantienen el esquema de vigencia de un año y que en los puntos de jornada y salario sostienen la petición presentada en la plataforma referida a la reducción y regulación de la jornada e incremento salarial. Entienden que la oferta salarial de la patronal supone una subida del 1,4% para 2009 y que el incremento para el próximo año podría ser incluso negativo.

Además de la suspensión de trabajar horas extraordinarias que ya se viene produciendo, los sindicatos consideran que “temos que plantearnos a necesidade de dar unha resposta de maior presión”.

En este sentido señala que “temos que ter claro que é imprescindible a convocatoria de unha folga para a próxima semán, que necesariamente debe ser distinta del método tradicional”.