Después de un ritmo de contracción del 6,3 por ciento en el último trimestre de 2008, la mayoría de los analistas esperaba que la reducción fuese de cerca del 5 por ciento en el primero de 2009.

La contracción del producto interior bruto (PIB) en esos dos trimestres consecutivos es la peor registrada en más de 60 años.

El dato más notable del informe para el primer trimestre proviene del sector empresarial, en el que las compañías prácticamente detuvieron su inversión y se libraron de trabajadores e inventarios a un ritmo acelerado para reducir la producción, mientras que las exportaciones estadounidenses registraron su mayor caída en 40 años.

Durante los dos últimos trimestres del año pasado los consumidores -cuyo gasto representa en EEUU más de dos tercios de la actividad económica del país- se mostraron austeros y, frente al desempleo creciente y la pérdida de valor de sus propiedades, se ocuparon más de ahorrar un poco.

Entre enero y marzo, sin embargo, el gasto de los consumidores creció a un ritmo anual del 2,2 por ciento, el más rápido en dos años.

Pero en el panorama general, los grandes recortes de gastos en casi todas las otras áreas contrarrestaron la mejor disposición de los consumidores.

A las reducciones de gastos de las empresas en construcción, oficinas, equipos y bienes se sumaron la caída de las exportaciones y, por primera vez desde finales de 2005, una disminución del gasto gubernamental.