El Departamento del Tesoro de EE UU y los acreedores de Chrysler han llegado a un acuerdo para canjear la deuda de la automovilística en acciones, lo que podría evitar la quiebra de la empresa, según informó ayer The Washington Post.

El acuerdo entre el Departamento del Tesoro y el principal grupo de acreedores de Chrysler, formado por bancos y fondos de inversión, se logró el lunes, según la edición electrónica del diario, que no informó de sus detalles. Chrysler debe a un consorcio de 45 bancos y fondos de inversión 6.900 millones de dólares, cifra que está asegurada por las factorías y otros activos.

Washington ha dado a Chrysler hasta el 1 de mayo para reducir su deuda, reestructurar sus operaciones, rebajar sus costes laborales y llegar a una alianza industrial con la italiana Fiat.

De forma paralela, la empresa alemana Daimler anunció el lunes la cesión del 19,9% de las acciones de Chrysler al otro accionista de la empresa, el fondo de inversiones de Cerberus, poniendo punto final a la aventura que empezó en 1998 con la adquisición del fabricante estadounidense.