En la presentación del balance energético 2008 y previsiones de 2009, el secretario de Estado de Energía, Pedro Marín, explicó que 2008 ha sido un año atípico marcado por la crisis económica y la alta volatilidad de las materias primas, que se ha cerrado con un descenso de la demanda eléctrica del 0,5 por ciento y de un 4,4 por ciento en los productos petrolíferos, lastrados por la caída del 5,6 por ciento de las gasolinas.

A la vista de estos datos, que han roto la tendencia alcista de los últimos años, Marín añadió que deberán revisarse las previsiones de consumo de energía y reducciones de CO2 previstas en la planificación energética.

Junto al impacto de la crisis, Marín destacó como claves del año pasado la mejora de la intensidad energética -unidades de energía consumidas por unidad de PIB- en un 4,4 por ciento, lo que supone un descenso acumulado de esta unidad del 11,5 por ciento en cuatro años.

Por otro lado, Marín señaló el creciente papel de las energías renovables que por segundo año han generado más electricidad que la nuclear: un 20,5 por ciento de las primeras frente a un 20 por ciento de las segundas, fundamentalmente por la aportación de la eólica y el "boom" de la fotovoltaica, que ha compensado la caída de la hidroeléctrica.

Esto ha permitido también reducir la dependencia energética exterior de España al 21,6 por ciento, aún lejos de la media de la Unión Europea (UE) mientras que las emisiones de CO2 se han reducido el 14 por ciento.

Marín subrayó que estos datos muestran la apuesta decidida del Gobierno por la eficiencia energética y las renovables y nos colocan en un "buen punto de partida" para cumplir los objetivos de reducción de emisiones y más peso de las renovables de la Unión Europea.