Los representantes sindicales de las federaciones del Metal de CC.OO., CIG y UGT, mantienen su encierro en las dependencias de la Delegación de Traballo en el edificio administrativo de la Xunta --donde llevan ya cinco días--, a la espera de que la reunión que mantendrán mañana con la patronal y que han calificado como "irreversible".

El responsable de CIG-Metal, Miguel Anxo Malvido, explicó que el encuentro de mañana será importante en el sentido de que los sindicatos exigirán a los empresarios un "avance significativo" en la negociación del convenio colectivo. "Si no hay avances, tendremos que mover más ejército", advirtió.

El portavoz de UGT, Diego Atanes, apuntó que los representantes de los trabajadores seguirán exigiendo que se nombre a una persona, por parte de la Administración, para hacer las labores de "mediador", ya que la negociación con la patronal estaba, en el momento de iniciar el encierro, "prácticamente congelada". El representante de CC.OO., Ramón Sarmiento, afirmó que la reunión de mañana, prevista para las 17.30 horas, tendrá "carácter irreversible" porque "ya está todo dicho" y "ahora le toca mover ficha a la patronal".

A ese respecto, recordó que, si no hay avances, los sindicatos iniciarán las movilizaciones, aunque diferentes a las de otros años, ya que se utilizará la estrategia del "desgaste empresarial" con huelgas puntuales y no continuadas.