El sector textil, uno de los pilares de la economía gallega y que empleaba hasta el año pasado a 16.233 trabajadores, amenaza con sucumbir a la crisis. Al menos un 94,7% de los empresarios del sector considera que sus compañías necesitan modernizar su proceso de producción e introducir mejoras para ser competitivos en el mercado y sobrevivir a la caída de las ventas provocada por la recesión económica.

La patronal dibuja un panorama poco halagüeño. La Asociación Textil de Galicia (Atexga) cifra en 1.648 los puestos de trabajo eliminados por el sector durante 2008 y los sindicatos advierten de que las cifras aumentarán al menos durante el primer semestre del año en el que varias empresas han aprobado Expedientes de Regulación de Empleo a los que ahora se suma la coruñesa Caramelo, con una previsión de 237 despidos.

La crisis ha obligado a las 1.497 empresas que componían el sector textil y de la confección en 2008 a tomar conciencia de las necesidades de innovar en todos los procesos, según el informe sobre la situación económica actual elaborado por Atexga y presentado en la cumbre que reunió al tejido empresarial gallego en Santiago el pasado día 20. El dictamen recoge los resultados de la encuesta realizada dentro del Plan Director de Actuaciones para la Dinamización de la Innovación en la Cadena Textil, Confección, Moda de Galicia y advierte de que son las empresas de este sector las que más unánimemente reconocen la necesidad de mejorar para que su actividad siga siendo rentable en el futuro, y a mucha distancia de la industria forestal y maderera (88,5%) y la metalúrgica (83,3%).

La creatividad y capacidad de innovar en el diseño de cada temporada que ha destacado al sector gallego en España y el extranjero debe extenderse ahora a los procesos de producción, marketing, logística y comercialización. Y es que, según el informe de Atexga, la innovación es clave para la supervivencia de las empresas y aquéllas que no destinen recursos a este capítulo “no podrán plantearse siquiera el proceso de adaptación que requiere la nueva realidad del sector”. La organización empresarial reconoce que existe una “brecha tecnológica” entre las grandes empresas, o aquellas con capacidad para invertir en innovación y las que “pierden el tren de la innovación al reinvertir sus cada vez más escasos recursos en su propia supervivencia”, destaca Atexga.

Junto a la innovación creativa -con la renovación del catálogo de productos para orientarlo a las demandas del consumidor- la patronal recomienda mejorar los procesos de producción (para reducir el time to market, el tiempo necesario para poner una prenda en el mercado), innovar en la organización de la empresa para lograr una mayor eficiencia y modernizar el marketing con la búsqueda de nuevas vías de comercialización, diseño de espacios comerciales y nuevas formas de presentación del producto. Las empresas, cree Atexga, también deben modernizar sus departamentos de logística. Pero todavía hay lugar para la esperanza; el textil gallego sobrevive mejor a la crisis que en el resto de España, donde la producción ya ha caído un 30% en 2009. La comunidad ha sufrido en menor medida el impacto a la liberalización de los intercambios textiles internacionales, aprobada en 2005, que ha obligado a reducir los costes de explotación en Europa para competir con China. A finales de 2008, el empleo de la industria textil representaba el 11,9% del estado, 7 décimas más que en 2007; la producción constituía el 16% del total español (frente al 15% de 2007) y las exportaciones de la industria textil gallega constituían el 32% del total del estado, casi un punto más que en 2007.