El FMI subrayó que la divisa brasileña ha sufrido una fuerte depreciación, pero que el coste de financiación se ha mantenido relativamente bajo, a diferencia de lo que ha ocurrido en la vecina Argentina.

El organismo internacional también dijo que gracias a que las tasas de cambio están actuando como amortiguador, prevé que la actividad económica caiga de forma modesta, o incluso aumente, en el país.

Según el FMI, el banco central brasileño tiene margen de maniobra para recortar más las tasas de interés.

En cuanto a los indicadores, el FMI dijo que este año la economía brasileña reducirá su tamaño un 1,3 por ciento (tras un crecimiento del 5,1 en el 2008) pero que se recuperará en el 2010, cuando el PIB real aumentará un 2,2 por ciento.

El FMI prevé una inflación del 4,8 por ciento en el 2009 (5,7 por ciento en el 2008), y del 4 por ciento en el 2010.

La cuenta corriente brasileña tendrá un déficit del 1,8 por ciento tanto en el 2009 como en el 2010.