Tras meses de espera y largas negociaciones, Martorell ha logrado imponerse a otras plantas del grupo que optaban a la producción del vehículo, entre ellas la de Bratislava (Eslovaquia), la de Gyor (Hungría) o la de Audi en Ingolstadt (Alemania).

La producción del nuevo todoterreno, del que se fabricarán unas 80.000 unidades anuales, comenzará en febrero de 2011 y permitirá salvar el excedente de 1.500 puestos de trabajo que, según la empresa, tiene la fábrica de Martorell.

El anuncio, que mañana hará oficial Volkswagen durante la celebración de su consejo de supervisión, ha sido publicado hoy en la Intranet de Audi y ha llegado rápidamente a conocimiento de los trabajadores de Seat, según fuentes sindicales.

La plantilla, que aceptó en referéndum congelarse un año el salario a cambio de lograr la fabricación del Q3, ha recibido la noticia con entusiasmo, después del nerviosismo y la inquietud que ha vivido en las últimas semanas, a la espera de conocer el destino final del ansiado modelo.

"La gente ahora respira tranquila. La noticia supone un desahogo y da un colchón de seguridad. Estamos muy contentos porque al final la historia, que empezó mal y continuó peor, ha acabado bien", ha declarado a Efe el responsable de CCOO en Seat, David Matellán.

El presidente del comité de empresa, Matías Carnero, de UGT, ha subrayado, en declaraciones a los periodistas, que se trata de una noticia "grata" que "llega en un momento delicado", pues la crisis económica está afectando con especial dureza al sector de la automoción.

Carnero ha agradecido a CCOO y a toda la plantilla que finalmente apoyaran su propuesta de congelación salarial y ha destacado el papel crucial que han ejercido Gobierno y Generalitat para conseguir que el Q3 se produzca en Martorell, que por primera vez en su historia fabricará un modelo que no será de la marca Seat.

El grupo alemán invertirá unos 300 millones de euros en la producción del nuevo modelo de Audi, prácticamente la misma cuantía que recibirá en forma de ayudas por parte de las administraciones central y autonómica.

Gobierno y Generalitat se han implicado activamente en el proceso de asignación de este vehículo, conscientes de la importancia que supone no sólo para Seat, sino para el conjunto del tejido industrial.

La semana pasada, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, y el conseller de Innovación, Universidades y Empresa, Josep Huguet, viajaron a Alemania para tratar de arrancar un compromiso a Volkswagen para fabricar el Q3 en España.

Ahora ha trascendido, además, que el presidente del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, envió a principios de abril una carta al presidente de Volkswagen, Martin Winterkorn, en la que expresaba el apoyo del Gobierno a las inversiones del grupo en España, defendía la competitividad de la planta de Martorell y destacaba el esfuerzo que la plantilla de Seat está dispuesta a asumir a cambio de fabricar el Q3.

Para producir el Q3 en Martorell, Volkswagen pedía a la plantilla dos años de congelación salarial y más dinero en ayudas a las administraciones catalana y central.

Aunque aún no han trascendido las condiciones del acuerdo, todo indica que la multinacional ha cedido en algunas de sus reivindicaciones.

El fabricante alemán Audi ha rehusado, por el momento, pronunciarse sobre la adjudicación del Q3 a la factoría de Seat en Martorell.