La compañía con sede en Nueva York informó hoy de que en el primer trimestre del año ganó 1.135 millones de dólares (875 millones de euros), 72 centavos por acción, lo que supone un descenso del 1,1 por ciento con respecto al mismo periodo de 2008.

Su facturación entre los dos periodos comparados también descendió el 0,8 por ciento, a 8.263 millones de dólares (6.372 millones de euros), y el resultado operativo aumentó el 1,9 por ciento a 1.557 millones de dólares (1.200 millones de euros).

Horas antes de informar de sus resultados correspondientes al primer trimestre del año, el segundo mayor fabricante de refrescos del mundo anunció su decisión de comprar Pepsi Bottling Group y PepsiAmericas.

Para ello, ofreció 14,75 dólares y 0,283 acciones de PepsiCo por cada título de la primera que aún no está en su poder, así como 11,64 dólares y 0,223 acciones por cada título de la segunda.

Ambas ofertas suponen una prima cercana al 17 por ciento respecto del precio de cierre al que terminaron las acciones de las dos embotelladoras la semana pasada.

Teniendo en cuenta que PepsiCo ya tiene participaciones del 33 y 43 por ciento, respectivamente, en ambas firmas, el precio final de la operación rondará los 6.000 millones de dólares, detalló el propio fabricante de refrescos en un comunicado.

"La consolidación del negocio del embotellado en nuestra compañía podría ser muy beneficiosa y puede aumentar significativamente su competitividad y posibilidad de crecimiento", afirmó la presidenta y consejera delegada de PepsiCo, Indra Nooyi, al explicar este cambio de estrategia en el modelo de negocio de la empresa, que hasta ahora había tratado de mantener ambas actividades separadas, igual que su eterna rival, Coca-Cola.

Nooyi añadió que la operación permitirá "muchas sinergias, mejorar la rapidez en la toma de decisiones y aumentar nuestra flexibilidad estratégica", con lo que se sentarán "cimientos más sólidos para el crecimiento futuro de PepsiCo".

Si se completa la transacción tal y como está plantada, PepsiCo gestionaría la distribución de casi el 80 por ciento de sus bebidas en Norteamérica, lo que le permitirá ser más ágil para atender una demanda que cada vez prefiere más zumos y aguas que refrescos carbonatados.

Esta noticia no fue acogida con entusiasmo entre los inversores, como tampoco los resultados económicos publicados hoy, pese a que fueron mejores de lo esperado por los analistas.

Poco después de la apertura de la Bolsa de Nueva York, la acciones de PepsiCo caían el 4 por ciento y se negociaban a 50,5 dólares. En el último año la firma ha bajado en bolsa el 28 por ciento y en lo que va de 2009 un 8 por ciento.