Las tres aerolíneas anunciaron en agosto pasado la firma de un acuerdo para operar las rutas entre Europa y América del Norte y solicitaron al Gobierno de Estados Unidos inmunidad antimonopolio, una posibilidad que no contempla la legislación europea.

El ejecutivo comunitario quiere evaluar si el pacto empresarial puede limitar la competencia en alguna ruta, según explicó en un comunicado.

Si la conclusión es afirmativa, tendrá que determinar si el efecto perjudicial se ve compensado por los beneficios obtenidos por los consumidores, indicó en rueda de prensa el portavoz comunitario de Competencia, Jonathan Todd.

El expediente, que se encuentra todavía en una fase muy preliminar, puede terminar con la exigencia a las partes de modificar las condiciones del acuerdo o su prohibición e incluso con la imposición de multas de hasta el 10 por ciento de la facturación de las compañías infractoras, aclaró el portavoz.

La Comisión ha abierto otro procedimiento de investigación por el mismo motivo a las compañías Air Canada, Continental, Lufthansa y United, integradas en la alianza Star Alliance.

La CE estudiará los acuerdos entre todas estas compañías para ofrecer servicios conjuntos en el ámbito comercial, de mercadotecnia y de transporte, principalmente para las rutas intercontinentales.

El nivel de cooperación en estos campos "parece mucho más amplio que el habitual entre las citadas aerolíneas y otras dentro de Star Alliance y Oneworld", afirmó la Comisión, sobre todo porque prevé el reparto de los ingresos derivados de las citadas rutas.

En particular, la CE quiere examinar la decisión de las partes de gestionar conjuntamente los horarios, la capacidad, los precios y los ingresos, así como la posibilidad de vender billetes para las diferentes compañías de manera indistinta para esas rutas.

En los dos casos "creemos que puede haber una vulneración de la normativa antimonopolio, dado el elevado grado de cooperación", indicó Todd, aunque admitió que aún "no tenemos pruebas concluyentes".

La Comisión recalcó, en este punto, que la apertura del procedimiento formal de investigación no prejuzga la culpabilidad de las compañías, que podrán remitir toda la información que deseen para demostrar que las prácticas en cuestión respetan las normas vigentes.

Como en todas las investigación antimonopolio, Bruselas no ha fijado ningún plazo para la finalización del proceso de investigación, y ha señalado que su duración dependerá de factores como la complejidad de cada caso, el nivel de colaboración de las compañías aéreas y su presentación de argumentos.

El portavoz dejó claro que la Comisión no se opone a las alianzas entre aerolíneas "per se", pero insistió en que hace falta aclarar si este tipo de acuerdos, en un sector que ha sido realmente liberalizado, no conllevan en la práctica una limitación de la competencia.