Créditos, ayudas a la contratación y un mayor compromiso de los gobiernos con las empresas y los trabajadores. Estos son los pilares que el presidente de la patronal gallega, Antonio Fontenla, propone a la nueva Xunta para salir reforzados de la crisis.

-¿Qué se pretende conseguir con el encuentro de mañana?

-Queremos transmitirle al nuevo gobierno cuál es la situación en la que está el empresario gallego, en cada uno de los sectores, así como las actuaciones que creemos que se tienen que llevar a cabo para salir de la crisis. Pero no sólo al gobierno autonómico, sino también al central. Y hemos esperado a después de las elecciones para presentarlo porque se podría mal interpretar.

-Como patronal, ¿reprocha algo al Bipartito?

-Como patronal tengo que decir que con una rama del Bipartito hemos tenido un trato exquisito. Ellos han mantenido su postura, nosotros la nuestra, pero se nos escuchaba. Hicimos un trabajo fructífero en lo que fue el diálogo social, y fruto de esto es que en la visita que hicimos con los sindicatos al nuevo presidente éste nos preguntó si seguíamos considerando válido el documento de competitividad que firmamos en septiembre, y le dijimos que sí, que había que actualizarlo pero que se podía utilizar como base para las acciones económicas.

-¿Y con la otra parte?

-Con la otra rama tuvimos mucho menos contacto.

-¿Cuál fue el mayor acierto del anterior gobierno?

-El haber mantenido el diálogo social. Se tomaron una serie de medidas para mejorar la calidad del empleo y también para marcar una serie de posturas que nos podrían servir como base para combatir la crisis.

-¿Y su mayor error?

-El mayor error del gobierno fue transmitir que había dos gobiernos.

-En el acto de mañana hay sectores ausentes, como la energía renovable. ¿A qué se debe?

-Creo que están casi todos, lo que ocurre es que en la rama de las energías renovables las empresas son nacionales. Pero bueno, Gas Natural, Reganosa y otros grandes de la energía sí están. Tenemos, es cierto, una especie de disfunción en el negocio eólico. Hay una serie de señores que han tenido unas adjudicaciones, otros que no las han tenido, y este ambiente es muy poco cohesionador.

-¿Debería haber algún sector prioritario para la Xunta?

-El sector de la construcción está absolutamente diezmado, sobre todo lo que es promoción, y tenemos un riesgo importante con todos los derivados como la piedra natural, las fábricas de hormigón, la madera… Por otro lado está el automóvil, que es un sector que hay que cuidar con especial esmero porque en Galicia alcanzó unas cotas muy importantes, y no podemos consentir que se destruyan.

-Cada sector tiene sus propios problemas pero, ¿tienen alguna petición en común?

-En este momento el mayor problema que tienen las empresas es la falta de liquidez. Sin liquidez no hay oxígeno. Lo grave y doloroso es ver que empresas que son rentables, que están bien dimensionadas y son competitivas, por problemas financieros están a punto de cerrar. El segundo tema importante es la falta de confianza.

-Ustedes defienden un contrato “anticrisis” con despido de 20 días por año trabajado. ¿Aumentaría eso la contratación?

-Sí; por dos motivos: primero, porque sabes que a los 18 meses ese trabajador no se va a convertir automáticamente en fijo. Ya es fijo desde que entra con un salario con indemnización pactado a 20 días por año trabajado. ¿Qué pasa ahora? Que los empresarios no contratan por miedo a no tener trabajo en el futuro y que ese empleado se convierta en indefinido.

-Cuatro comunidades ya han prometido contratar a los parados que agoten las prestaciones sociales. ¿Debería la Xunta hacer lo mismo?

-La Xunta lo que debe de poner en marcha son medidas que permitan que se pueda contratar. Que los contratos tengan unas desgravaciones o una subvención y que sean los empresarios quienes creen empleo.

-¿Cree que es necesario ampliar la edad de jubilación?

-La edad de jubilación depende del sector y de las características del trabajo. Hay sectores como la construcción que requieren un esfuerzo físico y en los que el trabajador llega más deteriorado a esa edad, pero hay otros sectores en los que no. Aquí el problema es fortalecer la caja de las pensiones. El que quiera prolongar su vida laboral que la prolongue, pero no se puede obligar a nadie.

-Obama y Bernanke son ahora algo más optimistas respecto a la evolución de la economía, pero el FMI sigue con sus malos augurios. ¿Con qué versión se queda usted?

-Con las dos. Estamos en un mar muy agitado, y cuando de repente pasa un poco el temporal parece que la barca se mueve menos, pero seguimos en el temporal. Yo creo que después de la inyección del billón de dólares el sistema se ha fortalecido. Hay unos ratios que son menos negativos, pero otros siguen manteniendo el grado de peligrosidad. Además, el fenómeno Obama es muy psicológico. La crisis afecta mucho a la confianza, y a lo mejor simplemente el que la gente tenga esperanza puede ayudar a salir de la crisis. Y una vez que salga EE UU saldrán los países más fuertes de Europa, y nosotros, si nos preparamos, detrás.