Nissan planteó ayer al comité de empresa en Barcelona la necesidad de acometer nuevas medidas para lograr recortar la plantilla en unos 1.000 trabajadores, tal y como se pactó con los sindicatos en el plan de viabilidad, y no descartó la vía del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) tras haber agotado otras vías como las bajas voluntarias.

Un portavoz de la compañía explicó que un ERE para eliminar el excedente que existe en la factoría catalana -tras haber aplicado un plan de bajas incentivadas y 160 prejubilaciones- es una de las opciones que le quedan a Nissan, “ya que se han agotado las medidas no traumáticas. “Hemos hecho todo lo que podíamos”, constató.

Los sindicatos, contrarios a que la reducción de plantilla se haga por la vía de los despidos, propusieron en la reunión de ayer restablecer la mesa negociadora -que ya sirvió para acordar el plan de viabilidad en febrero- y buscar soluciones consensuadas y alternativas.