El grupo automovilístico italiano Fiat está dispuesto a abandonar las negociaciones con Chrysler para constituir una alianza si los sindicatos de la corporación estadounidense no aceptan un severo recorte de los costes salariales.

“Estamos preparados para marcharnos, no tengo ninguna duda”, indicó el consejero delegado de Fiat, Sergio Marchionne, en declaraciones al diario Globe and Mail. El objetivo de Fiat es que los costes laborales de Chrysler en Estados Unidos y Canadá se igualen con los de competidores japoneses y alemanes.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dio el pasado 30 de marzo un plazo de un mes a Chrysler para cerrar una alianza con Fiat. En caso contrario, la multinacional norteamericana, cuyo principal accionista es el fondo de inversión Cerberus, se verá abocada a la suspensión de pagos.