El Departamento del Tesoro de EE UU ordenó a General Motors (GM) que prepare una declaración de suspensión de pagos para tenerla lista en el caso de que el 1 de junio no cuente con un plan de reestructuración sólido, como le exige el Gobierno. Esa es la fecha límite establecida por la Casa Blanca para que GM lleve a cabo una profunda reestructuración.

Miembros de la comisión para la industria automovilística designados por el presidente de EE UU, Barack Obama, trabajaron toda la semana pasada con representantes de GM y se prevé que continúen esta semana, según el New York Times, que cita fuentes conocedoras de esos planes.

“El objetivo es prepararse para una rápida quiebra quirúrgica”, añade el diario, al recordar que GM, que ha obtenido una ayuda del Gobierno de 13.400 millones de dólares, insiste en llevar a cabo una rápida reestructuración para evitar que se dañen permanentemente sus ventas y su imagen.

Los preparativos que exige el Gobierno están dirigidos a asegurar que la declaración de quiebra de GM está lista en el caso de que la empresa no consiga alcanzar un acuerdo con los tenedores de bonos para canjear 28.000 millones de dólares de deuda por títulos de GM y con el sindicato de trabajadores del sector automovilístico.

Uno de los planes que se está considerando consistiría en la creación de una empresa que adquiriera los activos “buenos” de GM inmediatamente después de que el fabricante de automóviles acogiera a la ley de quiebra.

La “buena GM entraría y saldría de la protección de quiebra en sólo dos semanas, utilizando entre 5.000 o 7.000 millones de dólares” financiados por el Gobierno.

El resto de GM necesitaría una financiación del Gobierno de 70.000 millones de dólares o posiblemente más para resolver las obligaciones del seguro médico y la liquidación de fábricas, según expertos judiciales y funcionarios oficiales citados por el diario.

Las acciones de la corporación estadounidense General Motors sufrían dos horas después de la apertura un fuerte retroceso de más del 15%, como consecuencia de las exigencias del Departamento del Tesoro de EE UU.