Según informa hoy el diario británico "Daily Mail", el nuevo grupo resultante de esta adquisición podría anunciar en las próximas seis semanas el despido del 18 por ciento de su plantilla, que asciende a 140.000 trabajadores.

El rotativo, que cita a fuentes cercanas al banco, explica también que esta cifra podría ser "incluso mayor", debido a la complejidad de la integración de los dos "gigantes financieros".

De confirmarse esta cifra, Lloyds pasaría a los anales de la historia empresarial del Reino Unido al protagonizar el mayor recorte laboral registrado hasta la fecha.

Los problemas financieros del grupo comenzaron cuando Lloyds TSB acudió al rescate del HBOS, en un movimiento apoyado por el Gobierno laborista de Gordon Brown, que pretendía evitar el colapso de la entidad escocesa.

Tras esta operación, calificada por los expertos de la City como "desastrosa", el grupo resultante de la fusión se vio obligado a buscar la ayuda del Estado para incrementar su liquidez.

En la actualidad, el Estado controla el 65 por ciento del Lloyds Banking Group, de quien ha garantizado activos tóxicos o de difícil cobro por un importe cercano a las 260.000 millones de libras (286.000 millones de euros), en su mayoría procedente de la cartera crediticia del HBOS.

Ante esta situación, y dentro del plan de integración de ambos bancos, el consejero delegado de Lloyds, Eric Daniels, ha mostrado su intención de recortar costes por importe de 1.500 millones de libras (1.650 millones de euros) en los próximos dos años.

Este plan comprende, según el "Daily Mail", la reducción de mano de obra, el cierre de cerca de 3.000 oficinas en el Reino Unido y la mejora de la eficiencia de los sistemas informáticos de la entidad.

En cualquier caso, el Lloyds no sería el primero en tomar este tipo de medidas para hacer frente a la crisis, ya que en las últimas semanas el Royal Bank of Scotland ha hecho pública su intención de despedir a 9.000 trabajadores en los próximos dos años, mientras Barclays estaría pensando en recortar cerca de 4.200 empleos.

Según los últimos datos disponibles de la Confederación de la Industria Británica (CBI, siglas en inglés), un total de 30.000 trabajadores del sector financiero británico podrían perder sus empleos en el primer semestre de 2009.