El Banco de España cree que la recesión será más duradera, al menos hasta finales de 2010, y más grave, con peores caídas del PIB de lo vaticinado hasta ahora por el Gobierno, una previsión que el mismo vicepresidente segundo, Pedro Solbes, admite ya como posible.

El organismo supervisor publicó ayer sus predicciones económicas para el presente año y el próximo, en las que casi dobla la previsión de contracción para 2009 que había hecho el Ejecutivo, al pasar del 1,6 al 3%.

Además, el Banco de España cree, al contrario de lo que hasta ahora apuntaba el Gobierno, que la recesión continuará durante buena parte de 2010 y la economía no tocará fondo hasta la segunda parte de ese año, para el que también prevé una contracción del 1% frente al último cálculo del Ejecutivo, de un crecimiento del 1,2%.

Solbes admitió, al conocer este informe, que la economía española aún no ha registrado su peor caída antes de empezar a recuperarse.

De hecho, en declaraciones en Praga señaló que las predicciones del Banco de España son “un indicador de por dónde pueden ir las cosas” y es posible que se ajusten a los datos disponibles ahora, del mismo modo que las previsiones que el Ejecutivo aprobó en enero eran acordes con la información de entonces.

Solbes subrayó en cualquier caso que en la economía española se atisba “algún dato positivo”, una idea que compartió la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, al hacer mención a la desaceleración en la caída de la afiliación a la Seguridad Social.

Empleo

En sus previsiones, el Banco de España lleva hasta el 5,2% la caída del empleo este año y también cree que en 2010 se seguirán destruyendo puestos de trabajo, un 2,1%, mientras que eleva la tasa media de paro al 17,1% este ejercicio y al 19,4% el que viene.

Además de la revisión a la baja de las previsiones, el Banco de España advierte de que las cuentas públicas pueden incurrir en un déficit del 8% del PIB en cada uno de estos dos ejercicios, eso contando sólo las decisiones de gasto decididas hasta ahora y siempre que no se acuerden más.

E insiste en que estas previsiones están más que nunca cargadas de un alto grado de incertidumbre y pueden tanto empeorar como mejorar porque es difícil, entre otras cosas, saber cuándo acabará la crisis financiera.

Entre los riesgos a la baja cita precisamente el prolongamiento de la inestabilidad financiera, que incluso se podría “retroalimentar” con la caída de la actividad, así como un empeoramiento del comercio mundial.

Por el contrario, señala que las medidas extraordinarias adoptadas por los gobiernos y bancos centrales de otros países podrían ayudar a una recuperación más rápida e intensa del PIB tanto a nivel global como en España.

Según el Banco de España, la superación de la crisis internacional, por un lado, y que se “despeje” en España el panorama de “pesimismo” actual, por otro, son dos factores claves para salir de la recesión.

El supervisor también insiste en la necesidad de acometer reformas estructurales para que la recuperación y el posterior crecimiento a largo plazo sean mayores.

La fuerte caída económica que prevé el Banco de España se explica por una contracción de la demanda interna de 5,6 puntos este año y 2,4 el que viene debido, sobre todo, a la caída del gasto de los hogares y de la inversión, principalmente de bienes de equipo, que empeora ante la desconfianza de la industria en el futuro.

Comercio exterior

Como único rasgo positivo está el sector exterior, que gracias a la mejora de las exportaciones -que aun así bajan al igual que el comercio mundial- y a las menores importaciones aportará este año 2,5 puntos a la evolución del PIB, 1,4 puntos en 2010.

Otro dato para el optimismo es la inflación, que tendrá una tasa media del 0,2% este año y del 1,5% en 2010 gracias al abaratamiento de las materias primas e, inevitablemente, a la debilidad del consumo.

Al conocer este informe, el portavoz de Economía del PP en el Congreso, Cristóbal Montoro, señaló que las previsiones del Banco de España suponen una “desautorización al Gobierno”, al que reclamó que deje a un lado su “política del avestruz” y rectifique ante esta situación de “emergencia nacional”.