Factorías Juliana está a punto de cambiar de manos. Después de casi dos años y medio de estar gestionada por Factorías Vulcano, una sentencia obliga al astillero gallego a entregar el 51% de las acciones de Juliana a Gestión de Negocios Argos, una de las compañías del grupo del vigués José Alberto Barreras Barreras.

Argos es socio minoritario en Vulcano, donde Astilleros La Mecánica (de la familia Santodomingo) posee el 51% del capital. Ambos socios habían llegado a un acuerdo para acudir a la privatización de Izar Gijón en 2006, pero cambiando las tornas. Según ese acuerdo, Santodomingo y Barreras constituirían una nueva empresa para acudir a la privatización de Izar Gijón. En esa nueva empresa sería Gestión de Negocios Argos quien contaría con el 51% del capital y La Mecánica con el 49%. El acuerdo se había suscrito antes de que la SEPI informara sobre el precio de venta de Izar Gijón. Cuando Santodomingo supo que el precio final sólo iba a ser de 2,8 millones de euros optó por concurrir a la privatización directamente a través de Vulcano. Al ser el accionista mayoritario del astillero gallego se garantizaba de ese modo el control sobre la factoría naval gijonesa.

Juzgado vigués

El pasado lunes, el titular del Juzgado de primera instancia número dos de Vigo notificó a Vulcano la sentencia en la que estima íntegramente la demanda presentada por Argos. Vulcano dispone de cinco días para recurrir la sentencia ante la Audiencia Provincial de Pontevedra. Fuentes de Vulcano anunciaron que recurrirán la sentencia, aunque podría ejecutarse cautelarmente. La sentencia supondrá de facto, en el momento en que se ejecute, desligar a Factorías Juliana de Vulcano.

El juez ya había ordenado el 15 de abril del año pasado anotar cautelarmente en el libro de registro de acciones de Juliana la existencia del pleito interpuesto por la propiedad de la mayoría accionarial. Con esa medida se bloqueó cualquier intento de venta del astillero gijonés.

El cambio de propiedad de Factorías Juliana no sólo traerá consecuencias para el astillero de El Natahoyo, sino que también las puede acarrear y graves para Factorías Vulcano.

Cuando la SEPI entregó Izar Gijón a Vulcano por 2,8 millones de euros, el astillero gallego no acumulaba ni una sola deuda. Tras más de dos años de control de Vulcano, Juliana tiene hipotecados sus 85.926,11 metros cuadrados en El Natahoyo en 20,69 millones de euros a favor de Pequeños y Medianos Astilleros Sociedad de Reconversión (Pymar). La empresa gijonesa también acumula cuantiosas deudas con suministradores y compañías auxiliares, producto de los trabajos para barcos contratados tanto por Vulcano como por Juliana. Entre ellos, parte de los trabajos para cuatro buques sísmicos para el armador Petroleum Geo Services (PGS), que ya ha reclamado a Vulcano el reintegro de 39 millones de euros por el primero de esos barcos que ha cancelado.

Si los nuevos propietarios del astillero estiman que ha habido una falta de diligencia en la gestión, podrán pedir responsabilidades patrimoniales a los administradores de Juliana pero también a Vulcano y a Astilleros la Mecánica, explican expertos.