Según Zhang, citado por la agencia oficial Xinhua, la tasa media del crecimiento de los últimos dos años se situó en el 11,8 por ciento, por encima de las previsiones del Gobierno en su plan. Además, desde 2006, el país ha creado 30,28 millones de empleos el 67% del objetivo establecido en el documento, explicó el responsable.

El responsable chino indicó asimismo que el empleo en el sector servicios se incrementó en un punto porcentual en los últimos dos años, un crecimiento ligeramente inferior a lo exigido en el plan gubernamental.

La proporción de gastos de investigación y desarrollo del Producto Interior Bruto (PIB) en los últimos dos años aumentó en 0,15 puntos porcentuales, un nivel más bajo del previsto, de unos 0,13 puntos porcentuales al año.

Por último, Zhang indicó que a finales de 2007 la población china había crecido un 0,52 por ciento al año para situarse en más de 1.320 millones de habitantes. Hasta junio pasado, el sistema de pensiones urbanas básicas cubría a 210 millones de habitantes, lo que supone un 73% de la cifra estipulada en el plan, concluyó.

CONSECUENCIAS DE LA CRISIS FINANCIERA

Por otra parte, Zhang presentó a la Asamblea Popular un informe sobre las consecuencias del impacto de la crisis financiera internacional en la economía china. Según el responsable, la intensificación de la crisis financiera internacional y el rápido cambio de la situación económica global afectaron considerablemente la economía china.

Tanto la desaceleración del crecimiento económico, como la contracción de la exportación, la débil demanda de inversión, las dificultades de la producción industrial y la caída de los beneficios empresariales e ingresos fiscales son factores que reflejan este impacto, indicó, siempre según Xinhua.

A partir del tercer trimestre, explicó Zhang, las consecuencias se extendieron de las zonas costeras al interior del país, de las industrias orientadas a la exportación a otros sectores y de las pequeñas empresas a otras de mayor tamaño.

En su informe, el alto funcionario detalló minuciosamente las dificultades, asegurando que tanto la exportación como el crecimiento de la inversión se desaceleraron con rapidez y que la producción industrial disminuyó de forma considerable, tal y como reveló el reducido consumo de electricidad.

Los sectores inmobiliario y automovilístico se ralentizaron, al tiempo que el desempleo creció y la agitación del mercado internacional echó por tierra la disposición a invertir en el mercado financiero interno, puntualizó Zhang.

En respuesta a esta situación, señaló, el Gobierno central decidió invertir unos 100.000 millones de yuanes (14.620 millones de dólares) adicionales en nuevos proyectos en el cuarto trimestre y asignó un fondo especial para paliar los daños producidos por terremotos, por un valor de 20.000 millones de yuanes (2.900 millones de dólares).