Se trata del sexto déficit consecutivo que registran las cuentas del Estado, que en junio incurrieron en su primer saldo negativo desde el mismo mes de 2005.

Entre enero y noviembre de este año, los ingresos del Estado cayeron el 18 por ciento, hasta los 124.902 millones de euros, mientras que los gastos aumentaron el 9,4 por ciento respecto al mismo periodo de 2007, hasta 138.962 millones de euros.

En términos de caja, una metodología contable en la que se anotan los ingresos y pagos que efectivamente se han realizado durante ese periodo, el Estado alcanzó en los primeros once meses del año un déficit de 11.038 millones de euros.

En cuanto a los ingresos no financieros, que aportan datos tanto del Estado como de las entregas a cuenta de las Administraciones Territoriales (comunidades autónomas y corporaciones locales), ascendieron a 175.015 millones de euros, el 11,9 por ciento menos que en 2007.

Ocaña subrayó que en esta evolución de la recaudación hay que tener en cuenta los cambios normativos introducidos, así como la peor evolución de las bases imponibles de los impuestos.

El impacto de las rebajas fiscales aplicadas este ejercicio así como de los cambios normativos introducidos en los últimos meses es de 17.144 millones.

Además, Ocaña destacó el esfuerzo en adelantar el ritmo de devoluciones, que respecto de la campaña tipo, se calcula en 1.500 millones de euros.

Así, en total la inyección de liquidez hasta noviembre de 2008 asciende a 18.644 millones de euros.

Los impuestos directos se elevaron hasta los 96.082 millones de euros, con una bajada del 14,3 por ciento.

La recaudación por IRPF descendió el 2 por ciento, debido al menor ingreso de la declaración de la renta del ejercicio 2007, de la rebaja del tipo efectivo asociada a la reforma del IRPF, así como del aumento del número de devoluciones.

Los ingresos del Impuesto de Sociedades descendieron el 36 por ciento, como consecuencia, según Ocaña, de los cambios normativos, del aumento de las devoluciones respecto a la campaña tipo y de la desaceleración de los resultados empresariales.

Los ingresos por impuestos indirectos alcanzaron los 66.836 millones de euros, el 10,1 por ciento menos que en 2007.

En el IVA la recaudación se elevó a 45.965 millones de euros, el 13,7 por ciento menos en comparación con el ejercicio, debido a la contracción de la actividad en las pymes, al nuevo régimen para los grupos de entidades y al esfuerzo por agilizar las devoluciones.

Asimismo, los impuestos especiales se elevaron hasta los 18.020 millones de euros, el 0,6 por ciento menos, con una recaudación del Impuesto sobre las Labores del Tabaco que aumentó el 4,4 por ciento, y un descenso en el Impuesto sobre Hidrocarburos del 4,7 por ciento, por el menor consumo.

Los pagos no financieros alcanzaron los 131.188 millones de euros, con un aumento interanual del 5,5 por ciento, mientras que los gastos financieros ascendieron a 15.708 millones de euros, el 9,6 por ciento más.

Además, los pagos por gastos de personal se elevaron a 21.831 millones de euros, el 6,7 por ciento más.

Las transferencias corrientes crecieron hasta noviembre el 5,2 por ciento, hasta 74.387 millones de euros.

A finales de noviembre, el Estado tenía una necesidad de endeudamiento de 36.203 millones de euros, mientras que en el mismo periodo del año anterior tenía una capacidad de endeudamiento de 7.786 millones.

Por otra parte, las cuentas de la Seguridad Social tuvieron un saldo positivo de 20.797,34 millones de euros hasta noviembre, lo que supone un 3,46 por ciento menos que en el mismo periodo de 2007 y la tercera disminución desde septiembre.

Este superávit fue resultado de unos ingresos de 113.782,08 millones de euros, que crecieron el 6,89 por ciento, frente a unos gastos de 92.984,74 millones de euros, que crecieron el 9,51 por ciento.