Poco le ha durado la alegría a Toyota de situarse en el primer puesto en la clasificación mundial de ventas. El fabricante de automóviles japonés anunció este lunes que en el ejercicio 2008-2009 sufrirá las primeras pérdidas de su historia, tras reconocer que se encuentra en una "situación de emergencia sin precedentes" por el hundimiento del mercado automovilístico mundial. El gigante registró unos números rojos de 1.200 millones de euros, aunque logra salvar el balance anual con casi 400 millones de beneficios.

El consorcio automovilístico japonés Toyota registrará al cierre del presente ejercicio las primeras pérdidas operativas de su historia, que ascenderán a 150.000 millones de yenes (1.209 millones de euros al cambio actual), según anunció el presidente del grupo, Katsuaki Watanabe, en una rueda de prensa en Nagoya, feudo del constructor automovilístico en el centro de Japón.

Si las sombrías previsiones de Toyota se cumplen, será la primera vez que sus cuentas se encuentran en números rojos desde que empezó a publicar sus resultados financieros, en 1940. El grupo apostaba el mes pasado por registrar un beneficio de 600.000 millones de yenes (4.834 millones de euros).

Caída significativa de las ventas

Las perdidas del gigante automovilístico nipón están provocadas por la rebaja de sus previsiones de ventas mundiales de vehículos de 8,96 millones de unidades en el presente ejercicio fiscal (abril 2008-marzo 2009) lo que supone una reducción del 4% frente a los datos del año precedente. Toyota prevé cerrar el año fiscal con unas ventas en Japón de 2,16 millones de unidades, lo que supone una reducción del 4%. Por marcas, Toyota espera vender 7,99 millones de unidades en todo el mundo al cierre del presente ejercicio fiscal, un 5% menos

Respecto a la producción el grupo automovilístico este anunció que había caído un 3% hasta alcanzar las 9,23 millones de unidades en todas sus marcas al cierre del año fiscal, mientras que las exportaciones alcanzarán los 2,77 millones de unidades, un 4% menos.

A pesar de estas pérdidas en la actividad de venta de vehículos, Toyota prevé un beneficio neto de 50.000 millones de yenes (395 millones de dólares) al final del año fiscal, que termina en marzo, lejos de la previsión anterior de 550.000 millones de yenes (4,435 millones de euros). Estos datos suponen un revés muy importante en comparación con los del año pasado, cuando logró 2,27 billones de yenes (25.235 millones de dólares) de beneficio por operaciones y 1,72 billones de yenes (16.465 millones de dólares) de beneficio neto.

El presidente de Toyota, Katsuaki Watanabe, reconoció que la situación actual de la empresa es "extremadamente difícil y dura". Watanabe no dio a conocer las metas de la compañía para 2009, explicando que es imposible prever el futuro debido a que la situación económica y en los mercados está cambiando velozmente.