El caso Madoff sigue envuelto en una gran cortina de humo. Quien presenta la denuncia ante la Comisión de Valores estadounidense (SEC) son sus dos hijos. Pero es la crisis la que desencadena el descubrimiento de un engaño que pudo haber comenzado en 1960, cuando el broker de las estrellas funda "Madoff Investment Securities". Otras fuentes señalan que Madoff perdió el control a partir de los años 90, y que hasta entonces su buen olfato le había permitido ofrecer hasta ganancias del 12 por ciento a sus inversores con una volatilidad del 2 por ciento. Otras, aseguran que la estafa piramidal arrancó en 2005. Con mercados a la baja o a la alta, Madoff aseguraba una impresionante rentabilidad. Sólo entre 1993 y 2007 la rentabilidad media de los fondos de Madoff fue del 8 por ciento. Y todo ese tiempo sus fondos sólo sufrieron cinco meses de caídas.

-El detonante. Madoff se vio atrapado en su propia red por culpa de la crisis financiera. Con todo el planeta ahogado por problemas de liquidez, sus clientes comenzaron a solicitar el reembolso del total de sus inversiones. Sólo en noviembre las peticiones de devoluciones por parte de sus clientes sumaron 7.000 millones de dólares. Madoff comenzó a ponerse nervioso y a presentar evidentes síntomas de estrés. El 9 de diciembre, y gestionando activos por valor de 17.100 millones (12.800 millones de euros) Madoff anuncia a sus hijos que adelantará el pago del bono anual tres meses. Sus hijos le pidieron explicaciones y Madoff cantó en su piso de Manhattan. "Todo es un fraude. No queda nada", les espetó, mientras les confiaba que iba a utilizar los 200 o 300 millones de dólares que aún tenía para zanjar deudas con algunos empleados, familiares y amigos.

-El entramado "Madoff Investment Securities". La sociedad se sustentaba sobre dos patas: una firma de corretaje de acciones y una asesoría financiera no registrada, controlada personalmente por Madoff y a través de la que se llevó a cabo el fraude piramidal. La asesoría canalizaba el dinero de los inversores que captaba gracias a su fama y su encanto personal. Respondiendo al esquema clásico de una estafa piramidal, el timador pagaba los rendimientos a los viejos clientes con las aportaciones de los nuevos.

-La estrategia inversora. En teoría Madoff utilizaba la estrategia de inversión denominada "Split strike conversión". Consiste en invertir el capital de los clientes en acciones de grandes compañías (las más líquidas) y en opciones de compra y venta de esos títulos. Esto permite ganar tanto en mercados al alza como a la baja. Pero Madoff sólo invertía una pequeña parte. Otra, la gran mayoría, se iba en pagar a los viejos clientes. Y claro está, a su bolsillo. Como vehículos de inversión utilizó fundamentalmente los "hedge funds", fondos de inversión libre que dado su escaso control y regulación permite aplicar estrategias arriesgadas. Son fondos limitados a altos niveles de patrimonio ya requieren una inversión mínima muy elevada.

-El contagio a los bancos. La inversión de los bancos del dinero de sus clientes, o el suyo propio en fondos Madoff, llegó debido a la gestión de este dinero a través de sociedades y gestoras de grandes fortunas y en operaciones con fondos que invierten en otros fondos.

-Cuatro décadas trabajando. Con 50.000 millones de dólares (37.500 millones de euros) desaparecidos en la estafa piramidal y operando desde 1960 resulta cuando menos extraño que Madoff superara todos los controles y auditorías. En realidad hace años que en Wall Street existían sospechas. Al menos así se desprende de algunas informaciones aparecidas en la prensa especializada norteamericana, como un reportaje de la revista "Barron´s" publicado en mayo de 2001 bajo el título "No preguntes, no cuentes". El artículo subraya el secretismo con el Madoff llevaba a cabo sus operaciones. Tanto es así que exigía firmar a sus clientes un contrato que les prohibía revelar a nadie que estaban invirtiendo con él. Nunca explicó, ni a sus colaboradores más cercanos, su fórmula ni los activos que manejaba. Los organismos supervisores de los Estados Unidos no detectaron el fraude aunque fue investigado en 1992 y sus rivales presentaron varias denuncias ante la SEC desde 1999.

-Los poderes de Madoff. ¿Cómo pudo engañar un sólo hombre a todo el sistema? Unos señalan la habilidad de Madoff para evitar las auditorías a las lagunas. Otros lo achacan a las buenas agarraderas de Madoff. "Era el hombre con mejores contactos de todo el país", señalan algunas fuentes, las mismas que destacan que era complicado poner en duda la integridad de un tipo que había hecho más rica a buena parte de la clase alta norteamericana. Además, los libros del estado financiero de "Madoff Investment Securities" se guardaban bajo llave y el detenido se mostraba críptico cuando sus empleados le preguntaban sobre la función de la asesoría que controlaba. Su gestión era del todo personal, ya que el propio Madoff era quien enviaba el extracto de las inversiones (por correo ordinario y no por internet como es habitual, lo que facilita a los propietarios comprobar cómo marchan sus inversiones) a sus clientes y no un administrador externo.

-Las víctimas españolas. Las entidades españolas tienen más de 3.000 millones de euros infectados. El Santander es el banco más perjudicado con 2.330 millones de euros al confiar en Madoff dinero de sus clientes. De ellos, 2.010 millones corresponden a inversores institucionales y clientes de banca privada internacional. El resto, 320 millones, están en carteras de inversión de clientes de banca privada del Santander en España. En este caso esta cantidad correspondería a menos de un millar de clientes de altos patrimonios. El BBVA podría tener pérdidas de hasta 300 millones, y Caja Madrid o la Banca March, dos millones cada uno. La empresaria Alicia Koplowitz tiene entre 10 y 36 millones de euros y la sociedad de valores M&B (Morenés-Botín), de Javier Botín (hijo de Emilio Botín y consejero del banco) y Guillermo Mornés (esposo de Ana Patricia Botín), reconoció tener infectados valores de unos 150 millones de euros. Juan Abelló ha perdido 2,43 millones. Teléfonica o La Caixa también cayeron en la trampa de Madoff. La CNMV calcula que son 17.000 los inversores españoles afectados por el fraude.

-Un golpe a la fama de modélico del sistema bancario español. La caída en la estafa Madoff de los más importantes bancos y banqueros españoles ha sido aprovechada por aquellos que estaban esperando una oportunidad así para cargar contra la seguridad del sistema bancario español, puesto como ejemplo a lo largo de la crisis. Así, "Financial Times" hacía esta semana la siguiente reflexión: "Los bancos españoles están descubriendo que no están tan protegidos como pensaban de los impactos indirectos de la crisis". El periódico británico resumía así su idea de que la reputación de la banca española está tocada.