La dirección de Fortis planteó que se suspendiera esa votación hasta la próxima junta de accionistas, que se celebrará antes del 12 de febrero, después de la publicación del informe de expertos sobre la situación de la entidad.

Pero hoy, sólo una minoría de los accionistas (44 por ciento) respaldó esa opción.

En virtud de la legislación belga, cuando los activos netos de una empresa se sitúan por debajo del 50 por ciento del capital registrado -como es el caso de Fortis-, los accionistas tienen que decidir entre la continuidad de las actividades o la liquidación.

El rechazo a posponer la decisión significa que los accionistas tendrán que pronunciarse hoy sobre esta cuestión.

En virtud del fallo judicial que suspendió las decisiones que en octubre condujeron al despiece y venta de Fortis, el grupo debe convocar una nueva asamblea de accionistas antes del 12 de febrero, para que éstos den su opinión sobre las citadas decisiones.

Durante la junta de hoy, el presidente interino del consejo de administración, Jan-Michiel Hessels, ha destacado que la situación de Fortis ha mejorado desde la sentencia del Tribunal de Apelación del viernes pasado.

El fallo puede tener consecuencias positivas para los accionistas ha explicado Hessels, aunque ha añadido que "los mercados financieros han seguido empeorando.