La gran estafa orquestada por uno de los inversores de más prestigio en EEUU y ex presidente de Nasdaq, Bernard L. Madoff, supera los 50.000 millones de dólares y alcanza a cientos de inversores de todo el mundo. En España podría dejar un agujero de 3.000 millones de euros. Ésta fue la cantidad que supuestamente fue defraudada a Optimal, la gestora de fondos de cobertura del Banco Santander, que habrían sido distribuidos por la red de banca privada del Santander, Banif. Otra de las entidades posiblemente afectadas, BBVA, se apresuró ayer, sin embargo, a aclarar que no ha vendido a sus clientes ninguno de los productos de Madoff.

Entre las víctimas están miembros de los clubes de golf más exclusivos de Estados Unidos, como Fred Wilpon, el dueño mayoritario del equipo de béisbol New York Mets, y Norman Braman, ex propietario del equipo de fútbol americano Philadephia Eagles.

Se trata de una larga lista de entidades e particulares que ayer reconocieron pérdidas millonarias a consecuencia de los manejos financieros de Madoff, quien usó su reputación como ex presidente del mercado de Nasdaq y como filántropo para levantar una gigantesca pirámide inversora.

El acusado ofrecía rentabilidades razonablemente altas, en torno al 10 por ciento, en épocas de alzas del mercado pero también durante las caídas de la bolsa. Pagaba a los inversores con los recursos que iban aportando otras víctimas.

El juez Louis Stanton ha nombrado a un bufete de abogados para gestionar los activos de Bernard L. Madoff Investment Securities.

El magistrado ha congelado los bienes de la compañía. El día antes de su detención, dijo a sus colaboradores más estrechos que en las arcas de la empresa quedaban tan sólo entre 200 y 300 millones de dólares, según el departamento de Justicia.

Un inversor ya ha interpuesto la primera de las acciones legales contra él para intentar recuperar lo que sea posible. Irwin Kellner afirmó haber perdido tres millones de dólares en una demanda que presentó ayer y a la cual podrían sumarse otros inversores, pues está estructurada como una acción colectiva.

Madoff aparentemente estafó a gran número de familias prominentes de Nueva York y Florida, especialmente judías. Además, logró engañar a entidades financieras que disponían de sistemas sofisticados de control de sus inversiones. Fairfield Greenwich Group ha dicho que había colocado 7.500 millones de dólares en los fondos de Madoff. Así también han perdido dinero el banco francés BNP Paribas, el japonés Nomura y el suizo Neue Privat Bank.

En España, entre las posibles víctimas están el Banco Santander y el BBVA. Esta última entidad aclaró ayer, sin embargo, que no ha vendido a sus clientes productos vinculados a los fondos de Madoff, pero no habló de su propia cartera.

El Santander no se ha querido pronunciar al respecto, pero se calcula que el fraude puede salpicar a esta entidad financiera a través de su red de banca privada, Banif, cuyos clientes se vieron sacudidos anteriormente por la quiebra de Lehman.

Denuncia

El millonario fraude se descubrió después de que los hijos de Bernard L. Madoff denunciasen a la Policía que su padre les había confesado haber provocado una estafa mediante el método Ponzi. Es decir, que planeó un fraude piramidal de proporciones épicas a través de un fondo de cobertura. Cuando Madoff, de 70 años, fue detenido en su casa de Manhattan, declaró ante los agentes que "todo era una gran mentira" y que "básicamente, se trataba de un gigantesco plan Ponzi".

La estafa de Madoff se convierte en la mayor de la historia tras el caso Enron en 2001 cuando fueron estafados 63.400 millones de dólares.

La Bernard L. Madoff Investment Securities tiene unos 17.100 millones de dólares en activos. A esto hay que añadir que al menos la mitad de sus clientes son "hedge funds", es decir, fondos de cobertura y este instrumento financiero es uno de los más utilizados en el mercado bursátil.

En Estados Unidos han acusado el golpe en especial organizaciones sin fin de lucro de la comunidad judía, en la que Madoff era un personaje principal.