Según la publicación, la canciller alemana Angela Merkel, que este domingo celebra una macro-reunión en la Cancillería con representantes sindicales, de la industria, la banca y el ejecutivo para analizar la situación económica, quiere esperar a presentar este paquete hasta después de la investidura de Barack Obama.

El semanario, que cita fuentes del gobierno y del partido cristianodemócrata (CDU) que lidera Merkel, reitera que el ejecutivo germano no revisará su programa anti-crisis antes de principios de enero, pese a las demandas dentro y fuera del partido, de la industria y por últimos de los sindicatos.

Esta semana representantes sindicales apelaron al ejecutivo a movilizar un plan de ayuda económica de 100.000 millones de euros para los dos próximos años -más del triple que lo previsto por el ejecutivo- como instrumento para atajar la crisis económica.

Berlín aprobó un programa de 32.000 aprobado por Berlín, lo que equivale sólo a un 1,5 por ciento del PIB alemán en dos años, o sea, la mitad para cada año.

Según el semanario, el segundo paquete para amortiguar la crisis contemplaría incentivos económicos para que los pequeños y medianos ingresos no sufrieran los rigores fiscales con la inflación y las subidas salariales.

También se evaluaría un recorte de las cuotas a la seguridad social a través de subsidios a las arcas sanitarias, nuevamente con el fin de aliviar el bolsillo del contribuyente y fomentar el consumo.

Finalmente, prosigue el semanario, se impulsaría un segundo programa de infraestructuras, así como la emisión de bonos para los más desfavorecidos.