Los ciudadanos de la UE economizarán cerca de 40 TWh (terawatios hora), cifra que equivale aproximadamente al consumo de electricidad de Rumanía, al de 11 millones de hogares europeos o a la producción anual de 10 centrales eléctricas. Además, las emisiones de CO2 se reducirán en 15 millones de toneladas al año. En total, la economía europea ahorrará entre 5.000 y 10.000 millones de euros anuales.

Una vez que se eliminen completamente las bombillas incandescentes, los consumidores podrán elegir todavía entre las bombillas fluorescentes compactas de larga duración, que son las que en estos momentos permiten ahorrar más energía (hasta un 75% respecto a las incandescentes), y las halógenas, con un ahorro de entre el 25 y el 50%.

El precio de este tipo de bombillas es muy superior al de las incandescentes, ya que si éstas cuestan de media unos 60 céntimos, el precio de las de bajo consumo oscila entre 2 y 10 euros. No obstante, la Comisión destacó que con una bombilla fluorescente pueden ahorrarse hasta 60 euros teniendo en cuenta no sólo el menor consumo sino la mayor duración.

La eliminación de las bombillas incandescentes comenzará en 2009 con las de mayor potencia y se llevará a cabo progresivamente para dar tiempo a la industria a adaptarse, según explicó el comisario de Energía, Andris Piebalgs. Alrededor de 3.000 personas que trabajan en la producción de este tipo de bombillas podrían perder su puesto de trabajo, sobre todo en Polonia y Hungría, donde se sitúan las plantas más importantes.

También se trata de evitar una escasez de las nuevas bombillas y un nivel de calidad en la iluminación equivalente al actual, subrayó el comisario. La UE se suma así a otros países que ya han anunciado una fecha para prohibir las bombillas incandescentes como Australia (2012), Estados Unidos (2014) o Cuba (que las prohibió en 2007).

"Esta medida sin precedentes da una señal clara en cuanto al compromiso de la UE de alcanzar sus objetivos en materia de eficiencia energética y de protección del clima", destacó el comisario de Energía. "Al sustituir las bombillas del siglo pasado por las tecnologías que mejor funcionan, los hogares europeos conservarán la misma calidad de iluminación ahorrando energía y dinero y emitiendo menos CO2", agregó.

Los expertos de los Veintisiete aprobaron la eliminación de las bombillas incandescentes en el seno del Comité de Reglamentación del Diseño Ecológico. Ahora deberá ser examinado por la Eurocámara y el Ejecutivo comunitario aprobará su adopción final en marzo de 2009.

Se trata de la cuarta medida que adopta la UE en aplicación de la directiva sobre ecodiseño de la UE. En las últimas semanas se han aprobado normas para reducir el consumo de los aparatos electrónicos en posición de 'stand-by', del alumbrado, de los decodificadores y de las fuentes de alimentación externa.