El máximo responsable de General Motors, Richard Wagoner, se mostró dispuesto a considerar esta opción, al tiempo que señaló que las conversaciones que dieron comienzo a principios de año para una eventual fusión con Chrysler se pararon por la falta de acceso a la financiación de la firma con sede en Detroit.

Por su parte, el presidente de Chrysler, Robert Nardelli, apuntó, en sus declaraciones ante el Senado, que podría estudiar una unión con General Motors, aunque resaltó que su prioridad es salvaguardar el futuro de la compañía y de sus trabajadores.

Los presidentes del 'Big Three' comparecieron ante el Senado estadounidense para solicitar ayudas económicas para el sector de la automoción por un importe de 34.000 millones de dólares (cerca de 26.600 millones de euros), lo que supone 9.000 millones de dólares (7.000 millones de euros) más de los previstos inicialmente.

Wagoner, presentó el plan de viabilidad de la compañía, en el que se contemplan ayudas por un importe de 12.000 millones de dólares (9.523 millones de euros) e indicó que su compañía se podría ver obligada a solicitar una línea de crédito adicional por un importe de 6.000 millones de dólares (4.700 millones de euros).

Por su parte, el presidente de Ford, Alan Mulally, pidió, en su comparecencia en el Senado de Estados Unidos, 9.000 millones de dólares (más de 7.000 millones de euros) en ayudas, para asegurar el futuro de su negocio. Finalmente, Nardelli solicitó 7.000 millones de dólares (más de 5.470 millones de euros) en ayudas públicas.