La crisis financiera y la contracción del consumo asfixia a los trabajadores por cuenta propia. 4.687 gallegos se han dado de baja como afiliados del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social desde que empezó el año. La reducción más drástica se ha producido durante el mes de noviembre, en el que un total de 815 gallegos han dejado de cotizar en ese régimen especial, y aunque en diciembre se espera una caída menos llamativa, será suficiente para situar las bajas en la Seguridad Social al filo de los 5.000.

Las organizaciones de autónomos recuerdan que sus cotizaciones todavía constituyen el 23% de las altas a la Seguridad Social en Galicia y advierten de que las medidas aprobadas por la Xunta y el Gobierno para reactivar la economía no han tenido en cuenta al sector de los empleados por cuenta propia.

Galicia empezó el año con un total de 250.926 trabajadores por cuenta propia afiliados a la Seguridad Social, una cifra que se ha reducido a lo largo del año, y sobre todo a partir del verano, hasta llegar a los 247.589 que constaban en el RETA a 30 de septiembre. Octubre ya fue un mal mes para la economía de los hosteleros y comerciantes -los sectores más abundantes entre los autónomos gallegos- y 535 interrumpieron su actividad y causaron baja en la Seguridad Social.

El aumento de bajas de noviembre es sin embargo y a juicio de la Unión de Profesionais e Traballadores Autónomos de Galicia (Upta-Galicia), "de récord". Un total de 815 empleados por cuenta propia se dieron de baja de la Seguridad Social y la censo total se redujo hasta los 246.239 trabajadores.

Las estadísticas que maneja la Seguridad Social reducen esta cifra a prácticamente la mitad (unos 166.862 a finales de septiembre), a quienes considera "autónomos propiamente dichos", porque no están integrados en una sociedad, cooperativa o colectivo de trabajadores. Según este criterio, la crisis no ha variado el perfil del autónomo gallego, que fundamentalmente es un hombre de entre 40 y 54 años, desarrolla su actividad en el sector servicios, no tiene trabajadores a su cargo y cotiza por la base mínima. La creencia de que en tiempos de crisis, el autoempleo crece en detrimento del trabajo asalariado que disminuye sólo se concreta en el número de negocios abiertos en el último año: sólo el 3,7% de los autoempleados tienen un negocio con una antigüedad inferior a seis meses (en enero eran el 13,2%), mientras que los que lo abrieron hace entre seis y once meses constituyen el 28,1%, cuando en enero eran sólo un 3,6%.

En el otro lado de la balanza se sitúan están los autónomos antiguos, que han optado por adelantar el cierre de sus negocios o la edad de jubilación ante una realidad difícil: De los 174.046 autónomos "propiamente dichos" que Galicia tenía a 31 de diciembre de 2007, 120.190 (el 69,1%) mantenían su negocio desde hacía más de cinco años. Nueve meses más tarde, la cifra experimenta un descenso de 38.343 afiliaciones y quienes regentan los negocios más longevos son sólo el 49% de los autoempleos de Galicia.

Resto de España

Un total de 16.405 autónomos del comercio minorista se han dado de baja en el RETA en España en lo que va de año, según informó ayer la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA). Estas cifras suponen una reducción diaria de 49 autónomos del sector durante el 2008.

UPTA subrayó que sólo en el mes de noviembre, 5.362 emprendedores se han visto obligados a cerrar sus establecimientos, siendo estos dígitos similares a los sectores más castigados por la actual coyuntura económica como la construcción.

Del mismo modo, la coordinadora nacional de la Sectorial de Comercio de UPTA, Angeles Pelegay, denunció que "el comercio español no se encuentra debidamente representado" y aseveró que en estos momentos, "lo prioritario es salvar el sector de autónomos y más adelante nos encargaremos de las normas de calidad y la especialización".