Los dos bancos vendieron en Bélgica productos estructurados de la entidad estadounidense, lo que ha hecho que unas 6.700 personas hayan perdido un total de casi 350 millones de euros, según explicó a la agencia Belga el portavoz de los damnificados Philippe Crenier.

Los manifestantes han conseguido reunirse hoy con el consejero delegado de Citibank en Bélgica, José de Peñaranda, que ha subrayado en un comunicado que la caída de Lehman Brothers fue "inesperada, sin precedentes".

El banco se ha comprometido a pagar los gastos legales de sus clientes que emprendan acciones contra la entidad estadounidense.

Además, los clientes perjudicados se han entrevistado con el ministro de Empresa, Vincent Van Quickenborne, que ha abierto una investigación sobre las prácticas de Citibank y Deutsche Bank.

El dossier debe determinar si los bancos incumplieron la ley de 1991 sobre información a los clientes.