Los precios quieren dar una alegría a los españoles en Navidad. En los últimos doce meses la tasa interanual de la inflación se ha reducido en noviembre nada menos que 1,2 puntos, hasta el 2,4%, el nivel más bajo desde agosto de 2007, mes a partir del cual se desencadenó una fuerte escalada de precios, especialmente en los alimentos. El descenso del precio del crudo y en menor medida de los alimentos han sido los principales motivos de descenso de esta tasa que registra su mayor descenso mensual desde el año 2001. Los expertos comienzan a hablar incluso de riesgo de deflación en España. Con estos datos el Estado deberá destinar un total de 624 millones para compensar a los pensionistas por la desviación de precios en 2008.

La inflación registra su mayor caída mensual en siete años y baja al 2,4% en noviembre. Así, según el indicador adelantado del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) del INE, en noviembre la subida de los precios se moderó por cuarto mes consecutivo. En julio tocó un techo del 5,3% y el pasado mes de octubre ya estaba en el 3,6%.

Además, se trata del mayor descenso de la tasa interanual de inflación armonizada registrado en toda la serie histórica del IPCA a excepción de julio de 2001, cuando bajó en 1,3 puntos respecto al mes anterior. Hace un año, en noviembre de 2007, la tasa interanual del IPCA estaba en el 4,1%, es decir, 1,7 puntos por encima del actual dato.

El pasado día 25 el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, auguró que la inflación se situaría en el 2,5% en noviembre (una décima más de lo avanzado hoy por el INE) y que en diciembre sería "menor".

La tasa anual del IPC armonizado suele coincidir (apenas varía en alguna décima) con la de la inflación general, cuya evolución del mes de noviembre se publicará el próximo 12 de diciembre. De situarse el IPC en el 2,4% sería también su nivel más bajo desde agosto de 2007, cuando alcanzó el 2,2%.

La bajada de la inflación es, en principio, una buena noticia, ya que permite dar un respiro a los sufridos bolsillos de los españoles.

Sin embargo, no está exenta de riesgos, ya que existe la posibilidad de que la crisis, que está provocando una fuerte caída del consumo, provoque deflación, una situación muy perjudicial para la economía y que no descartan los economistas.

La deflación es el fenómeno inverso a la inflación, es decir, caída de precios, y se produce por la falta de demanda. Según los expertos es muy perniciosa para la economía porque los consumidores pueden decidir aplazar aún más sus compras debido a que esperan a que los precios sigan bajando, lo que acaba por afectar duramente al crecimiento económico. De hecho, la vertiginosa caída de la inflación en los últimos meses tiene mucho que ver con el descenso del consumo.