El director de la planta del Grupo PSA Peugeot Citroën en Vigo, Pierre Ianni, aleccionó ayer durante dos horas a los miembros del comité de empresa sobre las dificultades que se esperan en la factoría para 2009, dado que la crisis del sector irá en aumento. Aún así Ianni dijo que Vigo impulsa el lanzamiento de un nuevo vehículo en 2011 y que el próximo año se invertirán 10 millones de euros en mejora de las instalaciones de la fábrica.

El director de Citroën hizo un relato de los hechos acaecidos en la factoría viguesa desde el mes de septiembre que nadie esperaba a principios de año, cuando las previsiones eran superar la producción histórica del año pasado.

Ianni ya adelantó ayer que la caída en la producción de 2008 será de cien mil coches, al pasar del récord histórico de los 540.000 coches del año pasado a los 440.000 de este año, tras una segunda parte del año francamente mala en las ventas. Para encontrar una cifra similar hay que remontarse al año 2000, en el que se habían alcanzado las 437.000 unidades.

Pero Ianni dijo a los sindicalistas que el próximo año la situación será peor ya que la previsión de la producción de la planta viguesa estará al cierre del ejercicio por debajo de las 400.000 unidades, lo que no ocurría desde 1999.

Más flexibilidad

El máximo responsable de Citroën fue claro cuando señaló ayer a los representantes de los trabajadores que 2009 será un año muy complicado, sobre todo el primer trimestre, por lo que hizo un llamamiento al necesario fortalecimiento del diálogo social y a que hay que pensar en seguir aprobando nuevas medidas de flexibilidad.

El director de Citroën fue preguntado sobre el futuro del turno de noche, que será suspendido en la línea de montaje dos desde el primero de enero próximo. Ianni respondió que su disposición es poder abrirla, siempre y cuando haya la producción suficiente.

No va a haber regateo a la hora de mantener las inversiones, según Ianni. La dirección quiere que la empresa esté en las mejores condiciones posibles para afrontar los nuevos retos del mercado cuando la crisis llegue a su final.

Y en este sentido se va a adelantar un año la aplicación del CAP 2010, que es el nombre por el que se conoce la aplicación de un plan estratégico para reducir costes en las fábricas del Grupo, así como recuperar la rentabilidad y las ventas, aunque este último punto es imposible por la situación de crisis.

El próximo año se pretende acelerar la reducción de costes para no tener que llegar a 2010, si bien en Vigo se asegura que ya se imprimió un mayor ritmo durante el presente año, incluso con la reducción de plantilla en lo que respecta a técnicos y oficinistas, segmento en el que no se cubren los puestos de los trabajadores que se jubilan o causan baja por otros motivos.

En principio estaba previsto que en la reunión de ayer se tratara sobre el calendario laboral del primer trimestre del próximo año en la fábrica. Finalmente, la reunión se llevará a cabo el lunes o martes de la próxima semana, ante el inicio de los paros previstos para diciembre.

Por un lado los trabajadores de la línea de montaje número dos finalizarán su actividad este año el 3 de diciembre y los de la línea uno lo harán a partir del día 12. Se espera que todos ellos no volverán a la factoría hasta el 7 de enero, ya que los día 2 y 5, que son laborables, se prevé que haya paro con cargo a las medidas de flexibilidad con que cuenta la factoría.

Los sindicalistas prefieren guardar silencio con respecto a las medidas que vaya a afrontar la empresa, pero no se esperan lo mejor. Por otra parte, temen que no se pueda avanzar mucho en las previsiones dados los cambios negativos que se producen constantemente en el sector de la automoción mundial. En todo caso será un paso más dentro del nerviosismo reinante.