El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, descartó ayer "absolutamente" que vaya a haber una intervención pública o una toma de participaciones en Repsol YPF o en Sacyr por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para evitar la entrada de la rusa Lukoil. Además, insinuó que podría haber empresas españolas interesadas en la operación.

En rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa junto al presidente panameño, Martín Torrijos, ha pedido "sensatez y responsabilidad", ya que Repsol y sus accionistas de referencia son empresas privadas y, si tienen problemas o hay cambios, la respuesta debe ser empresarial.

Zapatero, que ha atribuido las posibles divergencias en el Gobierno o en el PSOE a falta de información, ha respondido también a las críticas del PP a la inacción del Ejecutivo y ha defendido la política exterior realizada en favor de empresas españolas en el extranjero.

Ha calificado así de "sublimes" las palabras del líder del PP, Mariano Rajoy, quien dijo este fin de semana que "de ninguna manera se puede poner el petróleo, el gas y la energía en manos de los rusos", y le ha recordado que el petróleo y el gas de Repsol están en países como Venezuela, Bolivia, Ecuador o Brasil.

"Ojalá pudiera haber en León", ha bromeado, antes de reprochar al PP las duras criticas que la lanzado al Gobierno por sus relaciones con esos países latinoamericanos, cuando defendía "con firmeza e inteligencia" los intereses de las empresas españolas, como Repsol.

Ha pedido respeto a las empresas, "para que lleguen a un acuerdo, si es que tiene que haber cambios en Repsol", y ha insistido en que actuar en la operación "ni forma parte de la responsabilidad del Gobierno, ni va a formar parte de la decisión del Gobierno".

Cuando puede verse afectado el interés general, el Gobierno debe actuar dentro de sus posibilidades para que todo "salga bien, pero no está en sus manos la decisión" y "sería un error" que la SEPI entrara en cualquiera de las dos empresas españolas.

"Hay intereses españoles importantes que están fuera de nuestras fronteras. El Gobierno sabe muy bien lo que hace y las cosas saldrán bien", ha manifestado, a la vez que ha abogado por actuar "con inteligencia y prudencia" para preservar esos intereses españoles".

Dimisión

Por otra parte, Jesús Fernández de la Vega, hermano de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha presentado su dimisión como director general de la Fundación Repsol YPF, indicaron en fuentes de la petrolera.

La dimisión ha sido presentada a través de una carta dirigida al presidente de Repsol, Antonio Brufau, en la que Jesús Fernández dice adoptar esta decisión porque "no está dispuesto" a que su nombre se utilice de "manera insidiosa" para "empañar" la reputación de la empresa y "dañar o ensombrecer" el nombre y la trayectoria de su propia familia, de la que se siente orgulloso.