El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha pedido a los Veintisiete un plan de medidas contra la crisis que cuente con un presupuesto del 1,5% del Producto Interior Bruto (PIB) del bloque, lo que suma unos 200.000 millones de euros. El plan, que tiene como objetivo alejar el fantasma de la recesión, consiste en animar a los países a realizar inversiones públicas al tiempo que la Unión Europea hará lo propio con fondos comunitarios. La UE también anunciado que pone sobre la mesa 4.000 millones para los fabricantes de coches para que se transformen en "una industria más moderna, más ecológica y que se adapte mejor a la demanda".

Un día después de que Washington anunciara su segundo plan de apoyo a la economía por valor de 800.000 millones de dólares con el objetivo de recuperar el crédito, la UE ha hecho lo propio hoy con un conjunto de medidas para impulsar la economía comunitaria. A este respecto la Comisión Europea pidió hoy a los Gobiernos de la UE un estímulo fiscal de 200.000 millones de euros para hacer frente a la amenaza de recesión. Esta cifra equivale al 1,5% del producto interior bruto comunitario. La mayor parte de este esfuerzo se concentrará a principios del año 2009, aunque algunas medidas durarán hasta 2010.

El plan auspiciado por el presidente del Ejecutivo comunitario, el portugués José Manuel Durao Barroso, estaría dividido en dos partes. La primera, de 170.000 millones de euros (un 1,2% del PIB) correspondería a las medidas nacionales tomadas por los países miembros, mientras que los 30.000 millones restantes (equivalentes al 0,3% del PIB) corresponden a los presupuestos de la Unión Europea y al Banco Europeo de Inversiones (BEI).

El objetivo del plan es coordinar las medidas que están tomando los Gobiernos de la UE contra la recesión, maximizar sus efectos y evitar que las acciones de un Estado miembro tengan repercusiones negativas sobre el resto. Barroso ha afirmado que todas las medidas que han tomado los Estados miembros en los últimos días, incluida la rebaja del IVA anunciada por el primer ministro británico, se ajustan al plan diseñado por el Ejecutivo comunitario.

"El plan de relanzamiento es la mejor manera de dar confianza a los ciudadanos haciendo frente a los temores de una recesión profunda y prolongada", insistió Barroso. Resaltó que el plan es una "caja de herramientas" y que no todos los Estados miembros deben tomar las mismas medidas porque la situación económica es distinta en cada país. Lo importante para el presidente de la Comisión es "una actuación coordinada".

Aumentar el gasto público

Bruselas quiere que los países europeos prioricen el gasto en sus presupuestos durante dos años y que comiencen a reducir su déficit a partir de 2011. La Comisión insiste en que el aumento del gasto público no implica dejar de lado las reglas de estabilidad presupuestaria, pero ya ha anticipado que será flexible a la hora de evaluar las desviaciones en el déficit público.

A este respecto el comisario europeo de Economía, Joaquín Almunia, explicó que el plan se centra en impulsos fiscales coordinados (lo que no implica que tengan que ser uniformes para todos los países), y que se deberán adoptar de forma temporal y reversible. Es decir, que los países podrán superar el límite de déficit del 3% previsto en el Pacto de Estabilidad en función de sus necesidades "sin que ello suponga la apertura de un procedimiento" por parte de la UE siempre y cuando se sitúe cerca de esta cifra y no sea "durante más de un año".

Como parte de la contribución de la UE a este estímulo económico, el Ejecutivo comunitario también ha anunciado que propone acelerar el pago de 6.300 millones de euros de los fondos estructurales y sociales para impulsar las inversiones en infraestructuras y en I+D y ayudar a recolocar a los parados. Para mejorar las interconexiones energéticas y la infraestructura de banda ancha, Bruselas movilizará otros 5.000 millones de euros para el periodo 2009-10.

Apoyo a la industria del automóvil

Por su parte, el Banco Europeo de Inversiones aumentará sus intervenciones anuales en la UE en 15.000 anuales en 2009 y en una cifra similar en 2010. Una de las beneficiarias de esta ampliación de capital será la industria automovilística, a la que se destinarán 4.000 millones de euros en créditos blandos para invertir en tecnologías más limpias. Esta cantidad está muy lejos de los 40.000 millones que reclamaba la industria.

El presidente de la Comisión resaltó que la UE no aprobará un plan industrial "a la antigua" para el sector automovilístico porque ello sería "contraproducente". A su juicio, lo que se debe hacer es "ayudarle a transformarse en una industria más moderna, más ecológica y que se adapte mejor a la demanda". El plan de Bruselas también prevé una mayor flexibilidad en los préstamos y las garantías para la industria automovilística. En todo caso, Barroso señaló que los planes que se están adoptando en otros lugares del mundo, en referencia a Estados Unidos, vulneran las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y avisó de que la UE podría denunciarlos ante este organismo.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tiene previsto anunciar este jueves en el Congreso las nuevas medidas que adoptará en aplicación de las directrices de Bruselas. También el presidente galo, Nicolás Sarkozy, presentará en los próximos días el plan de estímulo de Francia. Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete debatirán la propuesta en la cumbre que se celebrará en Bruselas los días 11 y 12 de diciembre.