Rajoy, en el marco de un ciclo de conferencias organizado por la revista "The Economist", ha subrayado que una empresa petrolera con "vínculos" con un Gobierno, el ruso, que "no es socio económico ni aliado estratégico", tiene grandes posibilidades de hacerse con el control de una compañía, Repsol, que representa el 40 por ciento del sector energético español.

Toda la operación, a juicio del líder popular, pone de manifiesto que "se ha especulado demasiado, se han cometido muchos excesos y se han superado demasiados límites", por lo que en la "hipotética solución" a los intentos de Lukoil "se reproducen", entre otros factores, "la falta de transparencia e incluso el favoritismo gubernamental".

Son dos de los elementos más visibles de un caso que enfrenta al Gobierno con el PP, pero no los únicos, pues en el proceso para dirimir la operación pergeñada por Lukoil, actualmente en plena fase de negociación, aparecen otros muchos, los mismos que se situaron en la génesis de tales "excesos".

Y en ese origen -y en esta secuencia Rajoy no ha citado ningún nombre- se encuentra "una empresa inmobiliaria inmersa en la exuberancia del mejor momento del mercado inmobiliario" que, precisamente por dicha bonanza, "pudo pedir recursos ajenos" para comprar participaciones de una compañía "infinitamente mayor".

"Alguien concedió ese crédito, alguien allanó el camino y ahora el castillo de naipes se viene abajo y los actores involucrados salen huyendo", ha concluido el presidente del PP.

De esta manera ha relatado cómo la empresa inmobiliaria Sacyr Vallehermoso, así como sus entidades de financiación (Citygroup, Santander, Caja Madrid y Caylon), se hicieron con el 29,9 por ciento de las acciones de Repsol, lo que supuestamente contó con el impulso del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, según señala hoy el diario "El Mundo".

Rajoy ha remarcado que se dijo entonces que "la operación era buena", pero ahora las consecuencias son palmarias, sobre todo por los matices de la operación, en la que la venta de las acciones que Sacyr aún posee en Repsol podría llevarse a cabo con "un exorbitante sobreprecio".

"Y en el camino se quedan cientos de miles de accionistas sin suerte para que les compren sus acciones al doble, y sobre todo, se queda el papel de España en el exterior", ha puntualizado.

Porque Lukoil no es "una cadena de supermercados" o "una fábrica de tornillos", sino una compañía energética privada, la segunda de Rusia, en tanto que Repsol es la entidad que aglutina el 40 por ciento de su sector en España.

Así que huelga "destacar las consecuencias estratégicas", ha señalado el líder del PP.