Hace años que la robótica se introdujo en el sector del automóvil, ahora es el del naval el que está incorporando nuevas técnicas que le permitan ser más competitivo. La empresa de ingeniería viguesa Tesolgroup, una de las mayores especialistas en el campo de la soldadura en España, ha desarrollado un robot capaz de hacer el trabajo de un operario cuatro veces más rápido, con lo que se consigue acortar los plazos de entrega de los barcos, el principal campo de batalla al que se enfrentan los astilleros.

Además de un ahorro del 80% en los tiempos de soldadura, el robot TES-10 puede trabajar 24 horas seguidas con un sólo operario y acceder a sitios en los que es imposible un trabajo manual.

El nuevo autómata es sucesor de otros dos, el TES-8 y el TES-9, y su puesta en funcionamiento ha supuesto dos años de investigación en colaboración con la firma norteamericana Bugo. Además de conseguir una importante reducción del tamaño y peso en relación a sus antecesores, el TS-10 tiene un coste sensiblemente inferior al no incorporar una cámara de vídeo al equipo.

"Hemos desarrollado este equipo pensando en las necesidades reales de los astilleros gallegos, aplicando las mejoras que se nos han solicitado en relación a los equipos anteriores", explica Fernando Couñago, gerente de Tesolgroup.

El primer modelo de esta serie de robots, el TS-8, a pesar de ser una gran innovación hace pocos años, presentaba una serie de problemas de operatividades debido a su tamaño. El artefacto incorporaba una cámara con la que el operario que se encontraba a pie de grada iba controlando como se realizaba la soldadura.

"Este sistema funcionó muy bien en astilleros como Barreras en los que, por la proximidad de las gradas donde se construían los barcos, era imposible levantar andamios para la soldadura", explica Couñago.

Estos robots son capaces de trabajar tanto en vertical como horizontal, a través de unas vías cremallera por la que se desplazan. Esto permite acceder a espacios extremadamente pequeños en los que no cabe un soldador y su equipo.

Con el siguiente robot, el TES-9, se consiguió reducir el tamaño y el peso del equipo para obtener más facilidades de desplazamiento en las diversas fases de construcción del barco. Este equipo incorporaba también una cámara, que lo encarecía en 12.000 euros.

El último equipo, que esta semana fue presentado a los especialistas en soldadura de empresas auxiliares del sector naval de Galicia y Portugal, consigue una reducción del 50% del peso del equipo y, además prescinde de la cámara de vídeo ya que el operario maneja el sistema con un mando a poca distancia de los puntos de soldadura.

Además de lograr una gran rapidez en hacer los trabajos de soldadura, el robot es un gran aliado de las normas de prevención de riesgos laborales por su poco peso y gran capacidad de movilidad.

"Los accidentes en los astilleros sólo transcienden cuando hay heridos graves o víctimas mortales, pero se producen otras lesiones importantes por el movimiento de maquinaria cuando haya que trasladarla, por ejemplo, de andamio a andamio. También evita que el operario esté tragando, como ocurre ahora, el humo y las partículas de la soldadura", señala Couñago.

El robot es capaz de funcionar con los dos principales sistemas de soldadura: el hilo y el electrodo.

Otros sistemas

Además de los desarrollos propios que efectúa Tesolgroup, la empresa mantiene contactos con los más importantes fabricantes de equipos de soldadura de todo el mundo. "Hemos recorrido numerosos países en busca de los equipos más avanzados y los hemos traído a Vigo para estudiarlos y mostrárselos a los empresarios de las industrias auxiliares de la construcción naval. "Estos sistemas permiten una soldadura más moderna y de mayor calidad, a través de una regulación de los parámetros más precisa. Se ha conseguido reducir su tamaño y también su peso, de 150 a 50 kilos, manteniendo la misma potencia de 400 ó 500 amperios", indica Couñago.