En el discurso pronunciado en una reunión de altos ejecutivos en el marco del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), que se celebra en Lima, Calderón también recordó que ésta es una de las pocas crisis que no han surgido desde las llamadas economías emergentes.

"La paradoja actual es que ésta sea una de las pocas crisis que no han sido generadas por las economías emergentes, pero su impacto va a ser importante en las economías emergentes, y por supuesto en América Latina", subrayó.

Al hablar de EE.UU., el presidente mexicano subrayó que se requiere que "la próxima Administración ejerza un liderazgo muy firme" y no solo internamente, sino en el mundo, al criticar veladamente a la anterior por haber permitido esos grandes desequilibrios y déficit en su país en los últimos años.

Calderón recordó que "esta gran crisis" se diferencia de la de 1929 en que "entonces no existía la economía global; esta crisis es global y por tanto las soluciones deben ser planteadas y aplicadas globalmente".

El tema de su disertación fue "El impacto de la crisis global en América Latina. ¿Cual sería la respuesta? y ¿Cuán grandes deben ser los esfuerzos para lograr reducir la brecha del desarrollo?".

A su juicio uno de los impactos negativos de la crisis en esta región del mundo van a ser las "bajas sensibles en el precio y el valor de las exportaciones", pero no sólo se va a notar en esto sino también en "la disminución de las inversiones directas" extranjeras, además de los problemas de liquidez y el descenso de la remesas que se reciben de los emigrantes.

En cualquier caso, pidió que se analicen las causas de la crisis para "ver en qué nos equivocamos" y reconoció que durante más de una década "se han registrado serios desequilibrios que no se han corregido".

Ha existido "una falla estructural" y no se previó adecuadamente el riesgo, subrayó.

Por tanto, dijo, entre las lecciones que se deben extraer, es "fundamental tomar medidas que corrijan los desequilibrios estructurales".

Pero también señaló que esta crisis global "no es solo un problema económico", sino que tiene que ver con un "gran problema de incertidumbre e inseguridad en el futuro", por lo que, además de utilizar teorías económicas para salir de ella, habría que recurrir a Sigmund Freud, al psicoanálisis, por la "gran desconfianza" generada.

La primera medida, propuso el gobernante mexicano, es "detener la hemorragia y el ciclo de incertidumbre" existente sobre el futuro, "con soluciones financieras" que pasan por facilitar liquidez no solo a los mercados financieros sino también a las empresas y los particulares.

Pero otras medidas "requieren soluciones adaptativas" que a su juicio precisan "urgentemente un liderazgo claro e indubitable para afrontar el futuro con confianza".

Las crisis son cíclicas, dijo Calderón, y este "es un ciclo económico que exige una grave y muy importante responsabilidad de los líderes", es decir de los gobernantes para tomar "decisiones con determinación que envíen una señal más clara de que existe una visión de futuro".

También se ocupó de mencionar las reformas estructurales que se han puesto en marcha en México y que abarcan reformas fiscales, en la política energética, en el poder judicial e incluso en el sector educativo, para que "cuando pase la tormenta seamos más fuertes".

Además urgió con énfasis a los gobiernos y a los bancos centrales de los países que "terminen de implementar los programas de rescate financiero para acabar con el pánico generalizado".

Calderón, que llegó hoy a Lima procedente de Chile, se reunió con el anfitrión de la XVI Cumbre de Líderes del Foro de APEC, el presidente de Perú, Alan García.

El presidente mexicano tiene previstas para hoy reuniones bilaterales con el primer ministro de Australia, Kevin Rudd; el primer ministro de Japón, Taro Aso, y con el presidente ruso, Dmitri Medvédev.

El domingo, día de clausura de la cumbre APEC, Calderón se reunirá con el presidente de Vietnam, Nguyen Minh Triet.