Las operaciones de emisión podrán realizarse hasta el 1 de julio de 2009 y el importe máximo puesto a disposición será de 100.000 millones de euros para este año. El plazo de otorgamiento de los avales finalizará el 31 de diciembre de 2009.

Esta orden ministerial se enmarca en los acuerdos adoptados por los países del Ecofin el pasado mes de septiembre y que cada Gobierno debe desarrollar en sus respectivos países.

Para poder acceder a esta medida las entidades deben cumplir una serie de requisitos. En concreto, los avales podrán ser solititados por aquellas entidades o filiales residentes en España y que tengan una cuota en el mercado del crédito de al menos el uno por mil.

Asimismo, tiene que haber realizado emisiones en el mercado en los cinco años anteriores y pueden ser solicitados por una entidad individual o un grupo consolidado. Las entidades adjudicatarias del aval lo sabrán antes del 31 de diciembre y sus nombres se harán públicos.

En caso de que una entidad sea pequeña, puede sumar su cuota de mercado a la de otra entidad para poder pedir el aval, y una vez obtenido puede repartirse el importe entre las dos entidades. Las operaciones de emisión serán sencillas y para deuda no subordinada.

El plazo de las emisiones será de entre tres meses y tres años y aunque se contempla la posibilidad de realizar emisiones para cinco años, el Tesoro no cree que se realizarán emisiones tan a largo plazo. El importe mínimo de la emisión será de 10 millones de euros y pueden realizarse en divisas distintas al euro, pero el riesgo del tipo de cambio depende de cada emisor.

Los avales se asignarán entre las entidades que cumplan los requisitos y según la cuota estipulada. El aval del Tesoro se ejecutará cuando se produzca el impago por parte de la entidad y en caso de que el Estado no pueda recuperar el importe prestado podrá acogerse a su derecho de resarcimiento, pero en ningún caso el impago conllevará que la entidades pasen a manos del Gobierno.

EL ESTADO INGRESARÁ COMISIONES.

Fuentes del Tesoro subrayaron que el Estado no contempla riesgos de impagos y que, por el contrario, con estas medidas ingresará comisiones, además de recuperar el importe prestado a las entidades que no puedan hacer frente a sus deudas.

En concreto, los avales gozarán de dos tipos de comisiones. Para emisiones con vencimientos inferiores a un año, la comisión anual será fija, del 0,5%, sea cual sea la entidad. Para vencimientos superiores a un año, a la comisión fija de 0,5% se la suma otra variable, que varía en función de los CDS (credit default swap) y de los ratings. Las comisiones se devengarán de la emisión y se cobrarán "íntegramente" en el momento de realizarla.

El Tesoro podría permitir a las entidades acogerse a avales con cargo a los Presupuestos Generales de 2009 si la situación de los mercados lo exige. En ese caso, la medida se adoptaría en consenso con el principal partido de la oposición.

Fuentes del Tesoro no quisieron valorar el resultado de la primera subasta de liquidez, en la que el Fondo de Adquisición de Activos Financieros (FAAF) adquirirá de manera temporal activos por importe de 2.116 millones de euros a 23 entidades, pero resaltaron que se trata de una medida a la que las entidades pueden acogerse de manera voluntaria y que depende de su estrategia.