En su estudio, que pronostica una caída del Producto Interior Bruto (PIB) español del 0,9 por ciento el año próximo, la OCDE estima que el impacto de la ralentización económica ya ha comenzado a perjudicar a los trabajadores poco cualificados.

El aumento previsto del paro es de algo más de 3 puntos con relación al 10,9 por ciento de índice de desempleo previsto para el conjunto de 2008 por la organización.

Destaca especialmente la repercusión sobre el empleo de los inmigrantes y recomienda una reforma de la "estricta protección" en los empleos de larga duración.

El informe de la OCDE considera que esta reforma reduciría las "graves dificultades" que encuentran los jóvenes trabajadores cualificados para conseguir empleos que se correspondan con su preparación.

En concreto, se recomienda "hacer que las indemnizaciones por despido vinculados a los contratos fijos sean menos generosas" para reducir así las diferencias del nivel de protección entre esos contratos y los temporales.

La OCDE apunta que una solución para salvar esa diferencia podría ser la creación de un "contrato universalmente aplicable".

Además, los autores del estudio creen que sería deseable que las reformas en el sector de la vivienda tengan en cuenta la necesidad de suprimir los obstáculos a la movilidad geográfica de los trabajadores.

En concreto, el informe señala que habría que acortar los trámites para expulsar a inquilinos con el fin de favorecer el aumento de la oferta de pisos en alquiler, de manera que se facilitara el cambio de vivienda y, por lo tanto, aumentara la movilidad geográfica de trabajadores.

La OCDE destaca que en España se da, en comparación con otros países, una relación "inadecuada" entre los trabajadores cualificados y los empleos disponibles para ellos y asegura que "una proporción anormalmente elevada de trabajadores muy cualificados ejercen empleos en los que no se utilizan convenientemente sus competencias".