En un debate en el Parlamento Europeo, Verheugen subrayó que los problemas de la empresa -que ha solicitado avales al Gobierno alemán y ha planteado una reducción de su plantilla en países como España- derivan únicamente de la crisis que vive su propietaria, la estadounidense General Motors, algo que diferencia su situación de la de otros fabricantes europeos.

El comisario se mostró a favor del apoyo público para que la compañía "supere el bache" y sus trabajadores "no paguen las culpas de una mala gestión" de General Motors, pero rechazó generalizar los subsidios al sector automovilístico.

"Nuestra política no debe optar por subvenciones", recalcó Verheugen, que recordó que la industria europea es "competitiva" y "no depende de las ayudas públicas".

Sin embargo, sí defendió la concesión de incentivos a los coches más ecológicos para apoyar al sector ante la crisis económica y, al mismo tiempo, avanzar en la lucha contra el cambio climático.

Verheugen advirtió sobre "la época de vacas flacas" que se avecina para la industria automovilística en la UE, donde el año podría cerrarse, advirtió, con 1 millón de matriculaciones menos que en 2007.

Hasta ahora, las ventas de coches en lo que va de año han caído un 4 por ciento, según explicó, y también lo han hecho en mayor con fuerza en otros mercados, incluidos los de grandes economías emergentes como China y Brasil, donde en los últimos años el sector había experimentado un gran crecimiento.

Frente a ello, el comisario consideró vital aumentar la demanda de coches, principalmente de los más ecológicos, y defendió, por ejemplo, ventajas fiscales para los compradores, siempre que estén vinculadas a los niveles de emisiones de dióxido de carbono de los coches.

Verheugen insistió en que el frenazo a la venta de nuevos coches es una mala noticia para los objetivos medioambientales.

"Cuanto más viejo sea el parque de automóviles, más alto el nivel de emisiones", subrayó, al tiempo que recordó que es necesario abaratar los coches menos contaminantes.

"Ya existen vehículos con cero emisiones (de dióxido de carbono), pero nadie se los puede permitir", indicó.

La Comisión Europea tiene previsto presentar el próximo día 26 un gran plan de recuperación económica frente a la crisis, en el que previsiblemente se incluirán algunas medidas concretas para el sector del motor, que serán debatidas por los Veintisiete en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de diciembre.

Hoy, el secretario de Estado francés para la UE, Jean-Pierre Jouyet, abogó por dar una "apoyo coordinado" a escala europea a la industria, para evitar que la asistencia aprobada en otros lugares del mundo, como Estados Unidos, perjudique su situación.

Jouyet destacó, en cualquier caso, que la industria europea "sigue siendo competitiva" y que será necesario actuar con "cautela" para evitar las distorsiones en el sector, aunque no descartó medidas "temporales" para asistir a las empresas en problemas.

Gran parte de los eurodiputados que intervinieron en el debate destacaron la necesidad de emprender acciones para proteger un sector que emplea a alrededor de 12 millones de personas en Europa, mientras que otros, principalmente del grupo de Los Verdes, criticaron las posibles ayudas, que no se conceden a otras actividades más viables y ecológicas, denunciaron.

La eurodiputada española Inés Ayala (PSOE) consideró que el sector necesita un "plan de ayuda urgente y audaz", con avales a las empresas y una especie de "plan Renove europeo" que ayude "a sustituir desde ya el parque automovilístico".