En su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Senado, Fernández Ordóñez señaló que la situación presupuestaria en España se está deteriorando con rapidez, lo que contribuye a que "en menos de un año se vaya a pasar de un superávit del 2% del PIB a un déficit que podría aproximarse al 3%".

En este sentido, explicó que el déficit será "significativo" y superará el esperado "hasta el punto de aproximarse a los umbrales de referencia que establecen los compromisos europeos", debido a que la economía seguirá decreciendo en los meses finales de 2008, una situación que se prolongará en 2009.

De hecho, consideró que "con toda probabilidad" el crecimiento económico en 2009 será más reducido que el previsto en el proyecto de presupuestos.

Fernández-Ordóñez avisó también del deterioro de la economía en los dos últimos meses de este año y explicó a los periodistas que la contracción de la economía en el tercer trimestre -del 0,2 por ciento- es "probablemente" el escenario de la segunda mitad de año y del año que viene.

El gobernador del Banco de España admitió así que "hay que revisar a la baja las perspectivas de crecimiento económico en los próximos trimestres", lo que "introduce una gran incertidumbre en el medio plazo".

Fernández Ordóñez valoró no obstante la moderación en el gasto contenida en los Presupuestos, que "es muy correcta y ojalá no se cambie, porque lo que va a caer van a ser los ingresos".

"A lo mejor alguno podría tener la tentación de que si los datos se cambian, podrían aumentar los gastos, cosa en la que no estoy de acuerdo para que no genere problemas en el futuro a la política fiscal", declaró a preguntas de los senadores.

Por ello, abogó por que la política fiscal "mantenga algún margen de actuación ante posibles situaciones de mayor deterioro", dado que España podría tener que enfrentarse a nuevas perturbaciones y "nada sería peor" que hacerlo "cuando no hubiera más opción que reducir déficit" para cumplir con los requisitos europeos.

En la situación actual, el gobernador insistió en que hay que ser "muy prudentes" con las medidas fiscales que se tomen, tanto si son de reducción de impuestos como de recorte de gastos, ya que advirtió de que la actual coyuntura puede durar "bastante".

El gobernador pidió además que se tenga "mucho cuidado" con el impacto sobre las primas de riesgo de la deuda pública si todos los gobiernos acuden a los mercados.

Además, en su intervención explicó que el ajuste de la economía continuará el próximo año debido a que la demanda interna contribuirá de forma negativa al PIB, lo que "sólo podría ser atenuado por el sector exterior, si las exportaciones mantienen un cierto dinamismo y si continúa, como parece lógico, la desaceleración de las importaciones".

En el lado positivo, previó incrementos de la inflación cada vez más moderados, y en declaraciones a los periodistas, explicó que por esa razón no ve riesgos de deflación.

Sin embargo, avisó de que para converger con la Unión Europea hará falta que la contención de los precios "se traslade también al núcleo de la inflación subyacente".

El gobernador hizo especial hincapié en la contención de los costes laborales, que siguen siendo superiores a los de otros países europeos, al tiempo que se quejó de que el repunte salarial no ha venido acompañado de una mejora de la productividad.

Fernández Ordóñez recordó que el principal problema de la economía española es la competitividad, por lo que abogó nuevamente por acometer reformas estructurales que liberalicen sectores como el energético o el del transporte por ferrocarriles, así como el del mercado del alquiler con el que las familias obtendrían una rentabilidad con los activos en los que más han invertido.