La crisis ha cambiado de lleno el mercado laboral español y no solo en el aumento del número de parados, que se acerca peligrosamente a los tres millones, sino en la búsqueda de empleo. Los españoles han reducido el listón de exigencia en los puestos laborales, y ahora la batuta la llevan las empresas, que ofrecen salarios más ajustados y ya no hablan de incentivos sino de productividad y reducción de costes.

La crisis económica y del empleo están produciendo cambios en los procesos de selección de personal, de forma que los trabajadores han empezado a aceptar condiciones económicas que hace un año habrían rechazado e incluso muestran disponibilidad absoluta para desplazarse por la ciudad, la comunidad o el país si el puesto lo precisa.

Así lo ha detectado la empresa de recursos humanos Adecco, que no sólo aprecia menores exigencias entre los trabajadores a consecuencia de la crisis, sino también cambios en las empresas a la hora de buscar personal, ya que su necesidad de ahorrar costes les está llevando a pedir a las compañías de selección de personal que encuentren profesionales polivalentes para ocupar dos cargos al mismo tiempo.

Con el incremento que está sufriendo el paro, los trabajadores han perdido la "batuta" en la búsqueda de empleo y ya no saltan de empresa en empresa empujados por un mejor sueldo y de la proliferación de puestos de trabajo. La situación no es la misma, y ahora los trabajadores se piensan mucho el cambiar de empleo. Ahora sólo lo hacen cuando tienen la certeza de que la compañía y el puesto de trabajo que se les ofrece tienen garantías de perdurar.

Los trabajadores no sólo se han abierto a la movilidad geográfica y aceptan condiciones económicas inferiores a las que disfrutaban anteriormente, sino que también están ampliando su formación, con cursos de postgrado e idiomas. De hecho, el número de candidatos que están recurriendo a estas iniciativas se ha duplicado en los últimos meses, según Adecco.

Salarios más ajustados

La crisis también está haciendo estragos entre las empresas, con las repercusiones que ello tiene sobre el mercado laboral. Por primera vez desde el 1994, el tejido empresarial destruyó 164.000 empleos en un año y las previsiones apuntan a que seguirá haciéndolo en 2009.

La falta de recursos está haciendo que las compañías ofrezcan salarios ajustados, y ha provocado que éstas recuperen las riendas de las negociaciones entre empresas y profesionales. Según Adecco, ya no hablan de incentivos, sino de productividad y reducción de costes.

Por eso, ahora más que nunca, las empresas españolas buscan candidatos polivalentes, que puedan ejercer un doble cargo, como por ejemplo un director de Marketing y de Comunicación, o un jefe de obra y al mismo tiempo técnico de ofertas. También buscan a trabajadores capaces de producir más a menor coste y a aquellos que sepan crear nuevos nichos de mercado.

Otro cambio que ha observado la empresa de recursos humanos es que las empresas españolas están recurriendo a las consultoras de selección para evaluar a su personal interno y colocar a sus mejores profesionales en los puestos vacantes.