Los presidentes de las principales entidades españolas trasladaron ayer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la necesidad de mayores controles y supervisión en el sistema financiero internacional de cara a la cumbre del G-20 que se celebrará en Washington el próximo día 15 de noviembre.

El presidente del Gobierno se reunió en la mañana de ayer con los presidentes del Santander, Emilio Botín; del BBVA, Francisco González; de Caja Madrid, Miguel Blesa, y de La Caixa, Isidre Fainé, durante más de hora y media para intercambiar impresiones sobre los planteamientos que España llevará al cónclave internacional que se celebrará el próximo 15 de noviembre en Washington. En el encuentro se examinó el documento aprobado el viernes por el Consejo Europeo, que fue valorado positivamente por los responsables de los bancos y cajas por encontrarlo "ajustado a la actual situación económica", según informaron desde el Palacio de la Moncloa.

Sin embargo, los presidentes de los bancos sí que sugirieron la necesidad de que el documento fuera más preciso en algunos aspectos. Además, Zapatero, que estuvo acompañado por el vicepresidente económico y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, explicó a los responsables de las entidades la posición que España tiene frente a la crisis financiera internacional y las ideas que piensa plantear en el seno de la cumbre del G-20, al tiempo que intercambió impresiones con ellos sobre los trabajos que ha iniciado el Gobierno de cara a esa reunión, en la que considera importante que esté España por las buenas prácticas que tienen los bancos españoles.

Es más, Zapatero y los presidentes de las entidades financieras constataron este hecho y que, tras una experiencia de más de treinta años de control y supervisión de nuestro sistema financiero, se han convertido en un ejemplo de solvencia en el sistema financiero internacional. En esta línea, el jefe del Ejecutivo pudo conocer de primera mano cómo los bancos y cajas españoles velan por la seguridad de sus inversiones y los depósitos de sus clientes, así como las impresiones de los responsables de las cuatro mayores entidades españolas sobre la labor de supervisión y regulación que lleva a cabo el Banco de España.

El jefe del Ejecutivo analizó también la situación económica con los responsables de las citadas entidades financieras, que fueron informados de las iniciativas que promoverá la Unión Europea para la reactivación económica de acuerdo con las prioridades europeas: I+D, cambio climático y formación profesional, entre otras. Tras el encuentro con patronal y sindicatos que mantuvo en la tarde de ayer, el presidente del Gobierno podrá intercambiar hoy impresiones e ideas de cara a la cumbre con el líder del principal partido de la oposición, Mariano Rajoy, con quien se reunirá a las siete de la tarde también en el Palacio de la Moncloa.

El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, en rueda de prensa tras la Ejecutiva Federal del partido, acusó al PP de mantener una actitud de "cicatería" respecto a la presencia de España en la cumbre, reprochándole que no haya "felicitado a España" y haya optado por "frivolidades" como "decir que el G-20 de España es el desempleo". Según Blanco, las opiniones de Rajoy se deben a que "no viaja por el mundo, no tiene relaciones con los líderes europeos y está aislado". "Si tuviera más cercanía con los líderes europeos probablemente se abstendría de las frivolidades", sentenció el dirigente socialista, que pidió "altura de miras" y "patriotismo" para celebrar el "éxito colectivo" de España.

Blanco incidió en que, mientras muchos países han apoyado a España en su objetivo de ir a Washington, los socialistas han "echado de menos a un aliado natural", el PP, por lo que ahora les pidió "altura de miras" y "patriotismo".