El indicador, el más utilizado para el cálculo de hipotecas, mantiene así la tendencia a la baja que comenzó en la primera semana de octubre, cuando alcanzó su máximo histórico intradía del 5,526 por ciento.

Desde entonces el Euribor ha perdido ocho décimas, en lo que es el mayor descenso de sus casi diez años de historia.

El Consejo de Gobierno del BCE celebra hoy su reunión mensual, y analistas e inversores han descontado ya un recorte de medio punto, hasta el 3,25 por ciento desde el 3,75 por ciento actual.

En condiciones normales, el Euribor se sitúa entre un 0,30 y un 0,50 por encima de la tasa europea, pero en los últimos meses se encontraba distorsionado por la crisis de liquidez y la falta de confianza entre entidades.

El BCE aguantó hasta octubre sin alterar la tasa europea pero, finalmente, las presiones de los mercados han llevado al regulador europeo a anteponer la crisis de liquidez a la lucha contra la inflación y, si se cumplen las previsiones, a recortar la tasa rectora por segunda vez en un plazo de un mes.

Ayudado por las bajas de tipos y las inyecciones de liquidez el Euribor, que es el tipo de interés al que los bancos se prestan dinero en el mercado del euro, y que suele subir o bajar cuando el BCE tiene previsto subir o bajar los tipos de interés, ha conseguido pasar del 5,258 por ciento con el que cerró octubre al 4,8 por ciento de media provisional de noviembre.

De seguir como hasta ahora, el indicador podría situarse a finales de mes por debajo del 4.607 por ciento de noviembre de 2007, y aliviar así las cuotas de las hipotecas suscritas hace un año.

Según los analistas consultados por EFE, si todo sigue como hasta ahora y no se produce ningún acontecimiento extraordinario, en forma de quiebra bancaria o similar, y la confianza regresa al mercado interbancario, el Euribor podría situarse a finales de año en torno al 3,50 por ciento.