Esta inyección de dinero supone un aumento del déficit presupuestario para el actual año fiscal, de 349.500 millones de bat (9.882 millones de dólares o 7.628 millones de euros), cantidad que representa el 3,4 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB).

El ministro de Finanzas, Suchart Thada-Thamrongvech, indicó que con esta medida el Gobierno busca que la economía tailandesa crezca en 2008 un cuatro por ciento, a pesar de la mala coyuntura económica.

Según explicó, el dinero irá destinado a la capas sociales más desfavorecidos y a la creación de empleo, así como a programas de desarrollo en las aldeas rurales y prestamos para agricultores.

El Consejo de Ministros también dio luz verde a otro plan de choque, dotado con un presupuesto de 110.000 millones de bat (3.145 millones de dólares o 2.441 millones de euros), para la compra a los agricultores de sus cosechas de arroz de 2008-2009, y la promoción de los cultivos de maíz y la yuca.

El Ministerio de Energía ha propuesto un plan de cinco años para la construcción de centrales eléctricas, líneas de transmisión, un gasoducto y una planta de gas natural, cuyo valor total asciende a 30.000 millones de bat (859 millones de dólares o 667 millones de euros), con el fin de estimular la economía.

La Federación de Industrias Tailandesas advirtió la semana pasada de que la ralentización de la economía mundial causará en el país la pérdida de 900.000 puestos de trabajo y una caída de la producción de hasta el 20 por ciento en el primer trimestre de 2009.

Según el Banco Nacional de Tailandia, la economía registrará este año un crecimiento del 4,3 al 5 por ciento, mientras que en 2009 se situará entre el 3,8 y el 5 por ciento.