C. Amigo / A Coruña

La carrera por retirarse antes de llegar a los 65 años se ha acelerado en Galicia. Los trabajadores gallegos, cuya edad media de jubilación gira en torno a los 62 años, apuran todas las oportunidades legales para retirarse con la menor pérdida de renta posible y la fórmula más demandada es la del contrato de relevo, que permite adelantar el fin de la vida laboral sin perjuicios en los ingresos. En lo que va de año, este tipo de relación contractual ha registrado un aumento del 20% con respecto al mismo periodo de 2007, al pasar de 781 a 944, una cifra que refleja que el 48% de los asalariados de la comunidad lo utilizan para jubilarse antes de la edad legal.

No obstante, no se trata de una jubilación anticipada, aunque en la práctica sea así, si no de una fórmula que lo que busca es promover el relevo generacional en las empresas y facilitar la entrada al mercado laboral de jóvenes.

El contrato de relevo vincula a dos trabajadores y contiene una serie de incentivos para la empresa, con el objetivo de fomentar la contratación de jóvenes para sustituir a trabajadores que están a punto de llegar al final de su vida laboral. Por un lado, incluye al trabajador que se retira antes de cumplir los 65 y por otro, al joven que, inscrito como desempleado en la Oficina de Empleo y con una edad comprendida entre los 16 y los 30 años, lo sustituirá en la empresa.

El contrato de relevo puede celebrarse a jornada completa o a tiempo parcial, pero su duración siempre debe ser, como mínimo, igual a la del trabajador sustituido. En el caso de que se concierte a jornada completa y por una duración mínima inicial no inferior a un año, la empresa recibirá subvenciones. Además, aquellas que transformen en indefinidos estos contratos pueden acogerse a las bonificaciones previstas por la ley para la modificación de contratos temporales a indefinidos.

Las informaciones correspondientes a la totalidad del estado reflejan que el año pasado se produjeron 214.223 jubilaciones. Casi la mitad de ellas, 96.040 fueron de forma anticipada y 28.982, por medio de un contrato de relevo. El resto se retiraron con coeficiente reductor ente los 60 y los 64 años (55.643), sin coeficiente reductor (4.851) o utilizando otra fórmula que no conlleva reducción de la prestación cuando cumplieron los 64 años (6.564).

El cambio de regulación que entró en vigor en enero y que endurece las condiciones de acceso a la jubilación parcial anticipada no ha tenido aún incidencia en la comunidad ni en el resto de España, donde se registraron 18.569 casos de contrato de relevo desde enero a junio de este año, un 17% más que en 2007.

En la teoría, sólo los trabajadores por cuenta ajena pueden retirarse antes de cumplir los 65 años. Pero el incremento de los contratos de relevo, junto a la proliferación del resto de fórmulas que permiten un retiro anticipado, hacen pensar que cerca de la mitad de los asalariados gallegos no alcanza los 65 años en su puesto de trabajo. No obstante, los son datos estimativos ya que la Seguridad Social no dispone de cifras regionalizadas sobre las circunstancias en las que los trabajadores se jubilan.

Las cifras globales revelan que cada vez un porcentaje superior de personas recurre a este tipo de contrato. Desde 2003 ha pasado de representar el 6,2% de todas las nuevas pensiones de jubilación al 13,5%, un porcentaje que se dobla si sólo se computan los asalariados. Eso se debe al estancamiento del número de personas que acceden a una pensión con coeficiente reductor, una fórmula que beneficia más a las arcas de la Seguridad Social que la del contrato de relevo.