La crisis económica "más intensa" de lo esperado ha llevado al Gobierno a rebajar drásticamente las previsiones de crecimiento para este año y el que viene, y le obliga además a elaborar, por primera vez desde que José Luis Rodríguez Zapatero llegó al poder, unos presupuestos con déficit.

El Consejo de Ministros aprobó hoy la revisión del cuadro macroeconómico, que rebaja en siete décimas la previsión de crecimiento para este año, hasta el 1,6%, y calcula sólo un aumento del PIB del 1% en 2009, 1,3 puntos menos que en la última estimación hecha en abril.

El Ejecutivo, además, prevé que el empleo crezca sólo dos décimas este año -el año pasado aumentó el 3%- y augura una caída, o lo que es lo mismo, destrucción de empleo, del 0,5% en 2009.

Con estas previsiones, las tasas de paro se elevan hasta el 10,4% este año -que ya se ha alcanzado según los datos de la Encuesta de Población Activa publicados ayer- y hasta el 12,5% el ejercicio que viene.

Por otro lado, la crisis obliga al Ejecutivo socialista a preparar sus Presupuestos Generales del Estado para 2009 con previsión de déficit, del 0,34% del PIB (3.865 millones de euros).

Para empezar, se ha revisado la estimación de ingresos del año que viene, que serán menores, de unos 156.000 millones, y el Gobierno se ha comprometido a mantener el techo de gasto que ha ratificado el Parlamento, aunque aprobará una dotación adicional de 1.500 millones para garantizar el pago de las prestaciones por desempleo del año que viene.

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, explicó en rueda de prensa que el "notable" deterioro de la situación económica internacional en los últimos meses han llevado a elaborar estas nuevas previsiones, con las que el Gobierno quiere ofrecer la "visión más realista" de la actual coyuntura económica.

Solbes rechazó que el Gobierno se equivocara con sus anteriores estimaciones, porque las previsiones "mueren el mismo día en que se publican" y en cuanto aparecen datos nuevos que las modifican.

Añadió que de haber fallado "ha fallado todo el mundo" incluido el PP que, según recordó, prometía en campaña electoral un crecimiento del 2,6% para este año.

El fuerte encarecimiento del petróleo fue considerado por el ministro de Economía como la principal causa del menor crecimiento previsto. Incluso apuntó que el crudo tiene la culpa de las dos terceras partes de la rebaja en siete décimas de la previsión de este año, aunque también aludió a la subida del Euríbor.

La persistencia no sólo de los altos precios del crudo, sino también de la crisis financiera internacional y del encarecimiento de los alimentos y las materias primas han hecho, según el vicepresidente, que el "ajuste" de la economía española esté siendo más pronunciado.

El nuevo cuadro macroeconómico refleja los efectos de ese ajuste, con una demanda interna debilitada, que sólo crecerá el 1,4%, más un sector exterior que, como dato positivo, tendrá por primera vez desde hace varios años una aportación positiva al crecimiento, de dos décimas.

La demanda interna se desacelera sobre todo por el consumo de los hogares, que sólo aumentará el 0,7%, y por la menor inversión, que sólo lo hará en dos décimas.

La crisis de la construcción es la principal culpable de este último dato, ya que la inversión en este sector caerá este año un 2%, mientras que la destinada a bienes de equipo sólo subirá el 3% ciento.

La mayoría de los elementos del cuadro macroeconómico son aún peores en 2009, año en el que, sin embargo, el Gobierno espera que comience la recuperación, a partir del segundo semestre.

Ante este panorama, Solbes prometió que los Presupuestos del año que viene serán "austeros, rigurosos y solidarios" y tendrán como principal objetivo garantizar el amparo a quienes pierdan su empleo y mantener los compromisos de gasto social -Dependencia, pensiones y Fondo de Reserva-, además de reforzar las partidas que más puedan contribuir a reactivar la economía.