El beneficio neto recurrente -sin contar el resultado de minoritarios- ascendió un 20,3% y alcanzó los 1.195 millones de euros en la primera mitad del año.

La tasa del morosidad se triplicó, al pasar del 0,38% de hace un año al 1,26% del pasado mes de junio.

El descenso del beneficio neto responde al hecho de que La Caixa destinó íntegramente a dotaciones para riesgos del negocio los ingresos extraordinarios de 225 millones de euros generados en el primer semestre del año, frente a los 250 millones de extraordinarios que sí se computaron en el primer semestre de 2007.

Estos ingresos incluyen 100 millones de euros de beneficios fiscales de deducción por reinversión en 2008 de plusvalías realizadas en ejercicios anteriores.

También incorporaron una disponibilidad neta, una vez cerrado el riesgo, de 125 millones de euros de las provisiones constituidas en ejercicios anteriores para la cobertura del riesgo de tipos de interés de los contratos de seguros del grupo financiero, formalizados en décadas anteriores en entornos de tipos de interés más elevados.

Con criterios de "elevada prudencia" -según apunta el comunicado-, la caja de ahorros presidida por Isidre Fainé registró 546 millones de euros de dotaciones para insolvencias, que incluyen una provisión anticipada de 192 millones de euros del riesgo asumido con la inmobiliaria Martinsa-Fadesa, que recientemente presentó un concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos).

A 30 de junio la liquidez de La Caixa alcanzaba los 29.675 millones de euros -con un incremento de 4.529 millones de euros-, lo que representa un 11,2% de los activos totales del grupo.

El volumen de negocio financiero se situó en 410.896 millones de euros, un 11,7% más que en los seis primeros meses del pasado ejercicio.

Los créditos crecieron un 11,7%, hasta totalizar 170.271 millones de euros, sobre todo gracias a la inversión en empresas, con un alza del 18,2%.

El margen de intermediación, sin incluir dividendos, aumentó un 14,7%, mientras que el ordinario se incrementó un 13% y el de explotación, gracias al control del gasto, un 12,3%.

La rentabilidad sobre recursos propios (ROE) fue del 17,2% y la cobertura sobre deudores en mora se situó en el 139%, según los datos facilitados por la primera caja de ahorros española, que emplea a 27.648 personas y cuenta con 5.581 oficinas.

Al cierre del primer semestre, los recursos de clientes se situaron en 240.625 millones de euros tras aumentar en 16.775 millones.