Fuentes del sector indicaron a Europa Press que la caída en la demanda de combustibles responde a los altos precios del petróleo y al traslado del encarecimiento a estos productos de consumo final.

En el caso del gasóleo, utilizado por el 80% del parque móvil español, la demanda de mayo fue un 3,9% inferior a la del mismo mes de 2007 y se situó en 2,13 millones de toneladas.

En cuanto a la gasolina, la de 95 octanos registró un consumo de 468.000 toneladas, un 5,3% menos, mientras que de la de 98 octanos se demandaron 60 toneladas, un 14% menos, según el último boletín de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).

Pese a la fuerte caída de mayo, los combustibles acumulan descensos más moderados en los cinco primeros meses del año. En total, desde mayo se han consumido 13,11 toneladas, apenas un 0,6% menos que en el mismo periodo de 2007.

El ligero aumento, en un 0,2%, del consumo entre enero y mayo de gasóleo de automoción contrasta con la caída del 4,6% en la demanda de gasolina de 95 octanos y del 10,7% en el caso de la gasolina de 98 octanos.

Por otro lado, entre mayo de 2007 y mayo de 2008 se consumieron 32,33 toneladas de combustible de automoción, un 1,2% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior.

Esta circunstancia coincide con un momento en el que los precios de la gasolina y del gasóleo se encuentran en niveles récord. La semana pasada, el litro de gasolina y el de gasóleo alcanzaron sendas marcas históricas al situarse en 1,276 y 1,329 euros el litro, respectivamente.

La gasolina super 95 se ha encarecido un 16,5% en lo que va de año y llenar un combustible medio de 55 litros de este producto cuesta 70,18 euros, 10,7 euros más. En el caso del gasóleo, la subida acumulada es del 24,9% y el coste del llenado, de 73 euros, 19,19 euros más.

Los precios del barril de Brent y del Texas superaron este mes los 147 dólares y cotizan en la actualidad por encima de los 130 dólares. Tanto la fuerte subida del crudo como de los combustibles de automoción no ha conducido a una caída abrupta en la demanda de gasóleo y gasolina, dado el carácter inelástico de estos productos.