El comunicado remitido por ACS a la CNMV ha tenido el efecto esperado por la cúpula directiva del grupo constructor y de servicios. Por un lado, explicar el calentamiento de las acciones en la jornada del miércoles, cuando el valor en el parqué llevaba un par de meses en caída libre, por debajo incluso de los 33 euros que en su momento se pagaron al Santander para tomar el control de la compañía. Por otro, consciente o inconscientemente, alimentar un poco más ese subidón y dar una tregua a lo que reclaman los bancos. Y es que la mayoría de los préstamos que solicitó ACS para ir pagando las acciones de Fenosa -desde el primer paquete del 22%, la OPA sobre un 10% adicional y los porcentajes que ha ido comprando, entre ellos a Manuel Jove, hasta llegar al 45,3%- tienen en prenda los propios títulos y vinculado al precio del valor de mercado, de tal manera que si la cotización cae, o el grupo de Florentino Pérez paga la diferencia o el capital pasa a manos de las entidades acreedoras.